domingo, 10 de agosto de 2014

Santos y Beatos de la Familia Franciscana: 11-17 agosto

          11 de agosto

        Clara de Asís (1194-1253)
Santa Clara nace en Asís (Perugia. Italia) en 1194; es hija de Favorino de Offreduccio y Ortolana. Clara escucha a Francisco en la iglesia de Santa Rufina y queda cautivada por su mensaje. La noche siguiente al Domingo de Ramos de 1212, Clara emite los tres votos evangélicos en la Porciúncula ante San Francisco. Después es trasladada al convento de las benedictinas de San Pablo, y poco más tarde al convento de San Ángel de Panzo. Poco después se le unen sus hermanas Inés y Beatriz y su madre Ortolana, una vez viuda, además de otras mujeres de la ciudad. La condición previa que exige Santa Clara para formar parte de la fraternidad es entregar todo el dinero y bienes a los pobres. Santa Clara y sus hermanas se pasan al convento e iglesia de San Damián en Asís. Y aquí se dan a la oración y al trabajo, llevando un estilo de vida muy austero, siguiendo la pobreza radical de San Francisco. Inocencio III aprueba la forma de vida escrita por San Francisco. Dos días antes de morir Santa Clara, Inocencio IV sanciona su petición de ser y permanecer pobre. Muere el 11 de agosto de 1253. El papa Alejandro IV la canoniza el 15 de agosto de 1256 y Pío XII la declara patrona de la Televisión el 17 de febrero de 1958.
Común de Vírgenes
Oración. Padre de las misericordias, que infundiste en Santa Clara un profundo amor a la pobreza evangélica, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo pobre, merezcamos llegar a contemplarte en tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
            13 de agosto

Novelón de Faenza (1200-1280)
El beato Novelón nace en Faenza (Ravena. Italia), en el año 1200. Pertenece a una familia de artesanos. Ejerce el oficio de zapatero. Padece una grave enfermedad y después toma el hábito de penitente de la Orden Franciscana Seglar. Se entrega a la forma de vida franciscana de máxima austeridad y profunda oración. Ayuda a los pobres haciéndoles zapatos, aunque él camina descalzo. Su obsesión es socorrer a los necesitados. Muerta su mujer, se recluye en la celda de un ermitaño camaldulense. Peregrina a Santiago de Compostela varias veces. Muere el 27 de julio de 1280 a la edad de 80 años. Es enterrado en la iglesia catedral de San Pedro de Faenza. El papa Pío VII aprueba su culto el 4 de junio de 1817.
Común de Santos Varones
Oración. Dios nuestro, que enseñaste a tu Iglesia a cumplir todos los mandamientos con el amor a ti y al prójimo, concédenos que, practicando las obras de misericordia como lo hizo el beato Novelón, merezcamos ser admitidos entre tus bienaventurados. Por nuestro Señor Jesucristo.
13.1 de agosto


Marcos de Aviano (1631-1699)
El beato Marcos nace en Aviano (Údine. Italia) el 17 de noviembre de 1631. Estudia con los jesuitas de 1643 a 1647 en Gorizia. En Capodistria reside un tiempo con la fraternidad de los Capuchinos. Viste el hábito en 1648, profesa en 1649 y el 18 de setiembre de 1655 es ordenado sacerdote después de cursar los estudios eclesiásticos. Alterna la vida de oración con la predicación, centrando su espiritualidad en el seguimiento de Cristo pobre y crucificado. Es superior de la fraternidad de Belluno (Venecia. Italia) y en 1674 de Oderzo (Treviso. Italia). Colabora en la cruzada antiturca como legado pontificio y misionero apostólico. Contribuye a la liberación de Viena del asedio turco, el 12 de septiembre de 1683. De 1683 a 1689 toma parte en las campañas militares de defensa y liberación de Buda, el 2 de septiembre de 1686, y de Belgrado, el 6 de septiembre de 1688. Trabaja por la paz en Europa y para defender la fe cristiana del dominio de los turcos. Muere el 13 de agosto de 1699. El papa Juan Pablo II lo beatifica el 27 de abril del año 2003.
º                      Común de Pastores o de Santos Varones
Oración. Oh Dios, Padre de misericordia, que has hecho del beato Marcos de Aviano, presbítero, un celoso apóstol de la conversión y de la comunión, concédenos, por su intercesión y su ejemplo, ser eficaces constructores de la paz que Cristo nos ha dejado como don. Por nuestro Señor Jesucristo.
         14 de agosto

          Maximiliano María Kolbe (1894-1941)
San Maximiliano nace en enero de 1894, en Zdu´nska Wola (Polonia); es hijo de Julius Kolbe y María Dabrowska. Ingresa en el seminario franciscano en 1910. Obtiene los doctorados de Filosofía y Teología en Roma en 1915 y 1919. Es ordenado sacerdote en 1918. Con seis franciscanos, funda el movimiento de la Milicia de la Inmaculada y en 1927 la Ciudad de la Inmaculada (Niepokalanów) cercana a Varsovia. Edita dos periódicos: El Caballero de la Inmaculada y El Pequeño Diario. Va de misionero a Japón donde publica El Caballero de la Inmaculada con una difusión que alcanza el millón de ejemplares. Vuelto a Polonia, es hecho prisionero por los nazis, y trasladado al campo de concentración de Auschwitz. Francisco Gajowniczek, de 40 años, casado y padre de familia, es condenado a muerte con otros nueve presos en castigo por haber huido un refugiado del campo de concentración. San Maximiliano se ofrece para que lo ejecuten a él en vez de Francisco. El 14 de agosto de 1941 es asesinado inyectándole fenol. El papa Pablo VI lo declara beato en 1971 y Juan Pablo II lo canoniza el 10 de octubre de 1982.
Común de un Mártir
Oración. Oh Dios de bondad, que infundiste en San Maximiliano María, apóstol de la Virgen Inmaculada y ejemplo de caridad paracon el prójimo, un deseo ardiente de la salvación de los hombres, concédenos, por su intercesión, trabajar generosamente por tu gloria y por la salvación de los hombres hasta dar nuestra propia vida, como lo hizo tu Hijo. Que vive y reina contigo.

                           15 de agosto

               La Asunción de la Santísima Virgen María
En el siglo IV se celebra la entrada de María al cielo y en el VI se llama a dicha fiesta Dormición de María y en ella se hace memoria de su muerte, resurrección y asunción. La fiesta se extiende a Occidente en el siglo XII. Pío V y Benedicto XIV defienden la devoción y Pío XII declara dogma de fe la Asunción el 1 de noviembre de 1950 con la bula Munificentissimus Deus: «Por eso, después que una y otra vez hemos elevado a Dios nuestras preces suplicantes e invocado la luz del Espíritu de Verdad, para gloria de Dios omnipotente que otorgó su particular benevolencia a la Virgen María, para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte, para aumento de la gloria de la misma augusta Madre, y gozo y regocijo de toda la Iglesia, por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial».
Oración. Porque te has complacido, Señor, en la humildad de tu sierva, la Virgen María, has querido elevarla a la dignidad de Madre de tu Hijo y la has coronado en este día de gloria y esplendor; por su intercesión, te pedimos que a cuantos has salvado por el misterio de la redención nos concedas también el premio de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
                          16 de agosto

          Roque de Montpellier (1295-1327)
San Roque nace Montpellier (Languedoc-Rosellón. Fran-cia). Estudia medicina en la Universidad de Montpellier. Distribuye todos sus bienes a los pobres e ingresa en la Orden Franciscana Seglar. Atiende a los enfermos de la peste en Italia. En Cesena, Roma y Piacenza se entrega por entero a curar a los enfermos y ayudar a los pobres. Enferma cerca del río Po, de cuyas aguas bebe y se alimenta de la comida que le lleva un perro. De regreso a Montpellier guarda silencio ante un juez que le acusa de espía de una manera infundada. Vive encarcelado durante cinco años. Muere en la cárcel el 15 de agosto de 1327. Una vez muerto, se descubre su verdadera identidad. El papa Urbano VIII aprueba su culto el 4 de julio de 1629.
Común de Santos Varones
Oración. Guarda, Señor, a tu pueblo con bondad, y, por la intercesión de San Roque, líbrale de todo mal del cuerpo y del espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
                16.1 de agosto


Santos de Montebarocchio (1343-1392)
            El beato Santos nace en Montefabbri (Urbino. Italia) el año 1343; es hijo de Juan Domingo y Eleonora Ruggeri. Estudia Derecho en Urbino y se forma en el uso de las armas para emprender la carrera militar. Riñe con un amigo, que más tarde fallece por las heridas que le produce. El año 1362 entra en la Orden como hermano lego. Forma a los hermanos y ejerce el oficio de limosnero y de cocinero siguiendo el camino de la pobreza y humildad de San Francisco. Asiste a los pobres y enfermos. Venera de una forma especial a la Virgen María y ora con mucha frecuencia ante el Santísimo. Muere el 14 de agosto de 1392 en el eremitorio de Scotaneto (Motebarrocchio. Las Marcas. Italia). El papa Clemente XIV aprueba su culto el 18 de agosto de 1770.
Común de Santos Varones
Oración. Dios nuestro, que otorgaste al beato Santos la gracia de imitar a Cristo pobre y humilde, concédenos por sus ruegos que, viviendo con fidelidad nuestra vocación, podamos alcanzar aquella perfección que tu Hijo nos propuso con su ejemplo. Que vive y reina contigo.
                         17 de agosto

                     Beatriz de Silva (1424-1491)
Santa Beatriz de Silva nace hacia el año 1424; es hija de Ruy Gómez de Silva e Isabel Meneses y hermana del beato Amadeo de Silva, franciscano. Es pariente de la familia real portuguesa enraizada en Campo Mayor (Portalegre. Portugal). Ingresa en el monasterio cisterciense de Santo Domingo de Toledo. En 1484, firmada la paz entre Castilla y Portugal, se traslada con doce religiosas al palacio de Galiana y a la capilla anexa, llamada de la Santa Fe de Toledo, cedida por la reina Isabel la Católica. Funda la Orden de la Inmaculada Concepción, aprobada por el papa Inocencio VIII el 30 de abril de 1489 con la bula Inter Universa. Su carisma es seguir a Jesús por medio de la devoción a María, Madre de Dios e Inmaculada. Muere en la segunda mitad de 1491 o en 1492. El papa Pío XI confirma su culto en 1924 y Pablo VI la canoniza el 3 de octubre de 1976.
                                    Común de Vírgenes

Oración. Oh Dios, que hiciste resplandecer a la virgen Santa Beatriz por su altísima contemplación, y la adornaste con una devoción singular para con la Virgen María en el misterio de su Concepción Inmaculada, concédenos que, a ejemplo suyo, busquemos en la tierra la verdadera sabiduría, y lleguemos a contemplar en el cielo la belleza de tu sublimidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

Dios Padre (IV). La primera enseñanza.

SOBRE DIOS PADRE


                                                           Xabier Pikaza


                                         

            La primera enseñanza, Dios Padre-Madre




Para hablar así de Dios debemos aprender, pero, al mismo tiempo, olvidar o desaprender muchas cosas acumuladas en la historia religiosa de los pueblos (¡si no os volvéis como niños!). Jesús quiere que volvamos a la infancia, en gesto de neotenia creadora, es decir, de recuperación radical de la niñez, en gesto que vale para todos los pueblos: En principio, un niño a quien la madre enseña a decir “padre” no es judío ni griego, hombre ni mujer, esclavo ni libre (cf. Gal 3, 28), sino simplemente un ser humano con Madre (o con alguien que haga sus veces) aprendiendo a decir Padre, en un contexto donde reciben dignidad todos los hermanos.
Para muchos de su tiempo, la religión implicaba un ascenso a la altura supra-humana, un conocimiento esotérico, el cumplimiento de unas normas sacrales y/o sociales, en la línea de un judaísmo legal o de otro tipo de sistema sagrado. Pues bien, en contra de eso, como niño que empieza a nacer, como hombre que ha vuelto al principio de la creación (cf. Mc 10, 6), Jesús se atreve a situar su vida y la vida de aquellos que le escuchan en el mismo principio de Dios, a quien, guiado por la mano de una Madre, aprende a llamar ¡Padre! (es decir, Padre con Madre), en la medida en que descubre a su lado a los hermanos, para quienes vive.

Su experiencia religiosa es una parábola de madre y padre, que se expresa después como unión de hijo y hermano con los hermanos (cf. Mt 11, 25-27). No es algo que se aprende por fuera, sino la misma vida. No es algo que se sabe y resuelve de antemano, ni resultado de una larga demostración, sino en el mismo despliegue humano, que se va expresando a medida que se avanza en el camino, empezando por las primeras palabras de la vida, imma-abba. Por eso, la experiencia de Dios como Madre-Padre resulta inseparable del camino concreto, diario, de su vida y, en especial, de su entrega a los hermanos. Jesús se ha confiado en Dios Madre-Padre y de esa forma ha vivido, dialogando con la tradición de su pueblo y de su entorno religioso pero, sobre todo, viviendo de un modo trasparente, ante el Dios que madre-padre. No ha dejado de ser niño para hacerse mayor, sino que se ha hecho mayor profundizando en su experiencia de niño.

Sobre Jesús, de Hans Küng

        Jesús



                                                           Hans Küng

           
El texto que presentamos es un resumen del apartado C del libro Ser Cristiano (Trotta 2012). El autor pretende diseñar un perfil de Jesús según la exégesis histórica-crítica,  alejándose de las imágenes forjadas a través de los siglos por los dogmas cristológicos. El texto se articula en siete capítulos. Los dos primeros: «Lo peculiar del cristianismo» y «el cruce de coordenadas social» se plantean el diálogo con las religiones del acontecimiento de Jesús: hacer posible su apertura a los demás credos y huir de la confusión y mezclas que deterioren la originalidad de la fe cristiana. A continuación se ubica a Jesús en la historia de Israel, —historia, teología y espiritualidad—, en el tiempo de Augusto y Tiberio y de la religión judía dominada por los sumos sacerdotes, fariseos y escribas, estamentos a los que no pertenece Jesús. La relación de Juan Bautista y Jesús se encuadra en el contraste voluntario que establecen los Sinópticos (austeridad-relajación; penitencia-gracia; hombre-Dios; destrucción del mundo-defensa de la creación; etc.).
Los capítulos III y IV, titulados «Causa de Dios» y «Causa del hombre»,  —aunque Jesús no le pasa por la cabeza esta separación que ofrece el autor—  estudian el tema del Reino con el que se muestra que el centro de la vida de Jesús es Dios. En su Reino, cuya inauguración en la historia Jesús espera de una forma inmediata,  «se proclamará realmente que Dios es santo, su designio se realizará en la tierra como en el cielo, los hombres tendrán plenitud de todo, cualquier deuda será perdonada y el mal será vencido» (p. 76). La relación con Dios se establece obedeciendo su voluntad, no por medio de la Ley. Por eso el sentido último del Sermón del Monte (Mateo) o de la Llanura (Lucas) es cumplir dicha voluntad divina.  La humanización del hombre se realiza por el amor al prójimo, al enemigo; un amor que es perdón, es servicio, es renuncia de sí sin compensación alguna, en definitiva, solidaridad con los marginados por cualquier causa de la historia humana.
La muerte y resurrección constituyen el último gran bloque del texto. La muerte de Jesús obedece a causas estrictamente religiosas, pues Jesús no entra en política y, por consiguiente, no da pie a que el poder romano lo mate. Sus posiciones ante la ley y el templo son los motivos por los que las autoridades religiosas lo entregaron al poder político, ya que no tenían potestad para juzgarlo y ejecutarlo. Se sigue la línea paulina de haber sido hecho maldito por la ley para salvarnos a todos (cf. Gá 3,13). La resurrección, que no pertenece propiamente a la dimensión histórica, sino creyente,  la llama «resucitación» en cuanto obra divina. Vendría a ser más exactamente una exaltación de Jesús a la gloria de Dios (cf. Hech 2,36).
Küng debería tener en cuenta los últimos estudios de Jesús histórico, al menos los consensos habidos sobre su seguimiento de la ley, su proximidad a los fariseos en la resurrección, en la piedad y observancia de la ley en la vida cotidiana; no debería leer a Jesús desde Pablo, al menos con los temas tan manidos desde su tesis doctoral de la justificación de la fe excluyendo todo valor a la ley, como expresión de la voluntad divina; no tener tan en cuenta lo que las comunidades cristianas paulinas influyen en los Evangelios sobre la identidad de Jesús: mesianismo, etc.; la exclusión total de la parte política en la actividad y causa final de la muerte en cruz de Jesús; profundizar en el sentido de exaltación en la acto divino por el que se recrea la vida de Jesús después de muerto, etc., etc. Cree el autor que todavía la exégesis bíblica tiene en cuenta la sistemática cristológica para sus exposiciones sobre el Jesús histórico.


Editorial Trotta, Madrid 2014, 215 pp.