domingo, 15 de noviembre de 2015

De la Teología

                                                   Dos formas de hacer teología
  

               Pilar Sánchez Álvarez
                    Instituto Teológico de Murcia OFM
                    Pontificia Universidad Antonianum
            Cristina Casado y Ricardo Como, en un artículo titulado Un breve recorrido por la concepción de las emociones en la Filosofía Occidental, publicado  serba.pntic.mec.es /AParteRei/ 9,  después de analizar a través de los siglos el significado y la adaptación de las emociones llegan a la conclusión de que las opiniones están divididas  e incluso contradictorias, aunque lo común a todas ellas es el dualismo existente entre razón y emoción. La tradición clásica originada en Platón y Aristóteles, ha considerados a las emociones experiencias imprescindibles e incompatibles con los juicios sensatos e inteligentes.
         Hoy se mantiene este pensamiento aunque desde la perspectiva cognitiva se da  importancia a las emociones en los procesos racionales, se mantiene que las emociones dependen de la razón, por lo que no rompe con la tradición. Sin embargo, otros autores como Zajonc, desvinculan los afectos de las cogniciones con una visión diferente a la tradicional,.
     
Unamuno afirma que la existencia humana es comprendida como religación siguiendo a Zubiri, siendo la categoría clave de su filosofía la realidad captada como real. Esto sería la «aprehensión primordial de la realidad» la cual es realizada por una inteligencia sentiente (es decir, que une lo intelectivo con lo sensorial), porque aunque no son lo mismo no pueden separarse. María Zambrano, en esta misma línea, crítica al racionalismo y  crea la razón poética, donde une filosofía y poesía.
            En la exposición del pensamiento un autor puede realizarlo de dos formas, una estructurada, creando conceptos científicos, totalmente discursiva, sin permitirse salirse de la racionalidad, u otra donde las emociones, los sentimientos se reflejen en cada párrafo, expuesto ese pensamiento de forma creativa.
         Mayer, concebido como "una habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y la de los demás promoviendo un crecimiento emocional e intelectual, el cual utiliza esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento" se entiende que es necesario considerar las emociones en la formación del pensamiento.
¿Y quien expresa mejor las emociones? Sin dudarlo esta expresión emocional encontraría el mejor cauce de expresión en la literatura,  en la poesía.
Pero, ¿toda literatura, toda poesía no expresa un contenido conceptual? Y la respuesta que surge inmediatamente es sí en la filosofía hoy se admite esa tradición poética, se debe  admitir en la teología.
          En la obra de Charles Moeller se destacan dos títulos: Sabiduría griega y paradoja cristiana y Literatura del siglo XX y Cristianismo, donde se justifica la  respuesta positiva, es decir la expresión teológica con lenguaje poético.
             
Esta teología poética tiene  entre varios, un representante en Antonio Machado porque José María González Ruíz analizado  La teología de Antonio Machado, investigación  donde demuestra que el poeta hace teología hablando de Dios  con sinceridad desde  su propia vivencia, aunque no pertenezca a una voz intraeclesial.
Heidegger en su libro ¿Qué es eso de filosofía? (Tubingen1956, tomando la cita de Hörderlin en su poema “Patmos”) escribe que los poetas y los teólogos viven en colinas cercanas” y Olegario González de Cardedal en su libro Cuatro poetas desde la otra ladera: Unamuno, Jean Paul, Machado y Oscar Wilde. Prologómenos para una cristologia establece un dialogo entre esa literatura y el pensamiento teológico, destacando la Encarnación como la categoría que posibilita el dialogo. En esta lectura estético teológica no se puede olvidar tampoco en  Balthasar
        
         
El teólogo González de Cardedal afirma: “yo tengo la convicción de que ellos (los poetas) han tenido una palabra verdadera que yo como teólogo no soy capaz de pronunciar y que necesito. Porque una realidad bella no se atestigua sino por una mediación bella y por tanto una palabra fea no puede testimoniar la belleza infinita de Dios”. 
Si no existiese esa teología poética, donde se encuadrarían los Salmos, el Cantar de los Cantares, las Confesiones de San Agustín, San Juan de la Cruz…

Las dos formas de hacer teología son necesarias, la sistemática, con conceptos claros, organizada, con definiciones, pero también es necesaria la teólogia con alma, llena de metáforas, comparaciones, bella, que den “voz al hombre que soy yo, yo en el mundo, delante de mí mismo, delante de Dios y delante de Cristo”, (palabras de González  de Cardedal en la entrevista concedida a Pedro Baya Casal  para las Terceras jornadas: Diálogo entre Literatura, Estética y Teología, realizadas en Buenos Aires en 2007).

Libros: San Francisco

                                Francisco de Asís. Peregrino hacia la luz
                                                                               M. Hubaut  

Miguel Ángel Escribano
Instituto Teológico de Murcia OFM
Pontificia Universidad Antonianum

           
Para todos aquellos que se dedican al estudio de la espiritualidad franciscana, Michael Hubaut es muy conocido. A lo largo de sus escritos ha ido presentando diversos aspectos del Santo de Asís, tratando siempre de mostrar no sólo su nivel eclesial o personal de encuentro con Dios, sino, sobre todo, el cambio interior, el camino que le ha ido llevando a ser uno con Cristo.
            El libro que presentamos ahora en su original francés se titulaba “los caminos de interioridad de san Francisco”. Pero nos alegramos del cambio de título, porque identifica mejor a San Francisco de Asís: un peregrino que recorre el camino que le llevó a hacerse uno con Cristo. Como dice San Buenaventura: Alter Christus.
            Al inicio de su vida, porque trató de encontrar su sitio en medio de una sociedad cambiante: de burgués a caballero; cuando inicia su camino de conversión peregrina hacia los grandes centros de la cristiandad para sentirse iglesia que ha de ser reparada, no hacerla nueva. Pero su principal peregrinación se encuentra en el camino interior, en su marcha hacia la luz. Lo importante en san Francisco no es el camino sino su peregrinación. Igual opina el Papa dimisionario J. Ratzinger: caminos hacia Dios no hay uno, ni siquiera unos cuantos, sino tantos como hombres que se ponen en camino y buscan a Dios. Igual san Francisco, es su camino, por ello su peregrinación. Efectivamente, cada uno tendrá su propio camino pero no podemos olvidar que los caminos que algunos han hecho nos inician a nosotros en el nuestro y esa es la actualidad que tiene la espiritualidad franciscana en nuestros días: el hecho de la fraternidad y de vivir unidos la misma fe hace que haya muchos hombres y mujeres decididos a seguir esta espiritualidad.
           
Volviendo al peregrino Francisco, acentuamos que su peregrinación  se inicia cuando trata de encontrarse consigo mismo al “tropezar” con Cristo, que le muestra un camino de conversión y, sobre todo, una gran tarea eclesial. No podemos olvidar, como acentúa el autor, que la conversión no es otra cosa que la aceptación de la fe para ser capaces de acoger la visita que Cristo nos hace en persona. Desde aquí comprendemos la acción salvadora de Cristo; nuestra vida, por tanto, debe hacerse y construirse en esta tarea. Por eso el carisma de san Francisco no es la pobreza sino la fe: “ninguna cosa deseemos sino a nuestro creador”; el vive una fe despierta y vigilante.
            Pero como peregrino que es, no podemos pensar que la conversión es algo que sucede en un momento de la vida. Al contrario, es ir descubriendo lo que Dios hace en todo lo que le rodea y cómo lo va asimilando. Primero con una mirada hacia los demás, percibiendo al hermano como un don de Dios, y eso gracias a que el Padre será la nueva cimentación de su vida, toda vez que su padre carnal lo despoja de todo. Sueña San Francisco con una fraternidad universal, obra del Espíritu Santo. Esto es lo que hace que no sea una utopía, sino una realidad que debe llegar al final de una peregrinación de los hombres que se reconocen hijos de un mismo Dios y, por tanto, hermanos. No podemos olvidar que la fraternidad no es algo que se hace sin más: se construye con obras y con las obras de cada uno de nosotros.
            E
n esa peregrinación descubrimos elementos fundamentales en la vida de San Francisco como es la minoridad, la cual en esta peregrinación tiene su raíz en la manera de contemplar a Cristo-Servidor, que se arrodilla para cuidar de sus criaturas. Querrá que sus hermanos sean menores, puestos al servicio de todos, herederos del testamento de Cristo.
            Otro elemento fundamental en el camino hacia la luz es la alegría Es un don del Espíritu, es un arma privilegiada para la lucha contra el mal y la tristeza que a veces nos asalta. La alegría de Dios es crear, darse y amar gratuitamente e infinitamente. Experimenta san Francisco que el sufrimiento puede causar en el corazón del hombre mucha alegría. No cabe mayor invitación a no desechar la alegría de la vida del cristiano.
            En este peregrinar hacia la luz san Francisco nos enseña a descubrir que la conversión, la penitencia y la reconciliación vienen a significar una misma realidad. Lo primero el cambio radical en nuestra vida; la penitencia el conjunto de actos del hombre que manifiestan el cambio y la reconciliación el resultado de este compromiso. Ello nos lleva a reconocer lo que significa el sacramento de la penitencia católico y que San Francisco vivió como muestra de la luz que va llenando nuestro corazón y se manifiesta en nuestras vidas.
           
En definitiva, nos encontramos con un itinerario hacia la gloria que culmina con la resurrección, pero que ha necesitado el camino de la cruz. San Francisco es un caminante casi inimitable, sin embargo invita a caminar a sus hermanos siguiendo al que nos precede. Él hizo de su vida una verdadera liturgia pascual que culminó en la pequeña iglesia de la Porciúncula, mostrando que toda su vida fue una peregrinación hacia la luz. Es un libro muy recomendable, pues recorre la interioridad de la vida de san Francisco, descubriendo su trayectoria vital que termina en la Resurrección: la máxima luz que nace de un corazón entregado y agradecido.

                                   Ed. Arantzazu, Oñate 2014.








Santos y Beatos, del 16 al 23 de noviembre

                                                                          17 de noviembre
                                                                  Isabel de Hungría (1207-1231)
            Santa Isabel, Patrona de la Orden Franciscana Seglar, nace en 1207; es hija del rey Andrés II de Hungría y Gertrudis de Merania. Es sobrina de Santa Eduvigis de Silesia. En 1221 se desposa con Luis de Turingia-Hesse. Isabel, además de cuidar a su familia, construye hospitales y residencias para acoger a los peregrinos y pobres, a los que dedica gran parte de su fortuna, sobre todo en las inundaciones de Turingia en el año 1226. La vida de Isabel cambia al morir su esposo el 11 de septiembre de 1227 en Otranto (Lecce. Italia), cuando participa en la Sexta Cruzada dirigida por Federico II. Pocos días después, el 29 de septiembre, Santa Isabel dioa luz a su hija, la beata Gertrudis de Altenberg. Despojada de sus bienes, pide asilo a los Franciscanos. Viste el hábito de penitencia de la Orden Franciscana Seglar. Después de recuperar su patrimonio para sus hijos, lleva una vida de penitencia, oración y entrega sin límites a los pobres. Muere en Marburgo, a los 24 años de edad. El papa Gregorio IX la canoniza el 27 de mayo de 1235.
                                   Común de Santas Mujeres
            Oración. Oh Dios del amor y del consuelo, que concediste a Santa Isabel de Hungría la gracia de reconocer y venerar en los pobres a tu Hijo Jesucristo, concédenos, por su intercesión, servir con amor infatigable a los humildes y a los atribulados. Por nuestro Señor Jesucristo.
                                                                          18 de noviembre
                                                         Salomé de Cracovia (1211-1268)
            La beata Salomé, Princesa de Polonia, nace en 1211 en Cracovia (Polonia); es hija de Leszek el Rubio, príncipe de Cracovia. Es dada en matrimonio al hijo del rey Andrés de Hungría, el príncipe Kálmán o Colomán. Son coronados por el obispo de Strigonia y gobiernan en Halicz durante tres años, hasta que la ciudad la ocupa el príncipe Mistislaw de Rutenia, que los retiene como prisioneros. Liberados por los húngaros, Salomé lleva una vida de penitencia al profesar en la Orden Franciscana Seglar. Reina con su esposo en Dalmacia y Eslovenia hasta que éste muere en 1241, mientras combate contra los tártaros. Salomé regresa a Polonia en 1242, se retira al monasterio de Sandomierz y viste el hábito de las clarisas. Con la ayuda de su hermano Boleslao, funda el monasterio de clarisas de Zawichost y el hospital en 1245. Ante la amenaza de los tártaros, se traslada a Skala, donde erige otro monasterio clariano; aquí vive durante 28 años. Salomé es un ejemplo de abnegación, humildad, inocencia y caridad. Como abadesa destaca por su servicio a las hermanas y la defensa del ideal franciscano de pobreza. Muere el 17 de noviembre de 1268. La entierran en la iglesia de San Francisco de Cracovia. El papa Clemente X aprueba su culto el 18 de noviembre.
                                                Común de Vírgenes

                                 Oración. Dios de misericordia, que has llamado a la beata Salomé desde los afanes del gobierno temporal a la caridad perfecta, concédenos, por su intercesión y ejemplo, servirte con humilde y puro corazón, para obtener el premio de tu gloria. Por nuestro Señor Jesu-cristo.
                                                                             19 de noviembre
                                                                 Inés de Asís (1198-1253)
Santa Inés nace en Asís (Perugia. Italia) en 1198, hija del conde Favorino de Offreduzo y de Ortolana. Su primo Rufino es uno de los «Tres compañeros» de Francisco de Asís. El 18 de marzo de 1212, su hermana Clara sigue Francisco. Pocos días después Inés se va al monasterio de San Ángel en Panso, para compartir la vida de la pobreza y penitencia de su hermana. No obstante la oposición de los familiares a la elección de su vida, no consiguen apartarlas de San Francisco. No puede. Inés participa en la fundación de la Orden de las Damas Pobres de San Damián. En 1219 funda una comunidad de las damas pobres en Monticelli en Florencia. Inés atiende a su hermana Clara en su última enfermedad. Muere alrededor del 16 de noviembre de 1253. Sus restos mortales, junto a los de Clara, son enterrados en la basílica de Santa Clara, en Asís. El papa Benedicto XV la canoniza.
                                               Común de Vírgenes
            Oración. Señor, Dios nuestro, por intercesión de Santa Inés de Asís, que fue modelo de vida franciscana y ejemplo para muchas hermanas, concédenos emular su santidad en la tierra y gozar de su compañía en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
                                                           21 de noviembre

                                               Presentación de la Virgen María
Celebramos la «dedicación» que María hace al Señor. Movida por el Espíritu Santo, se entrega por entero a la tarea que el Señor le encomienda en la historia de salvación.
            Oración. Te rogamos, Señor, que a cuantos hoy honramos la gloriosa memoria de la santísima Virgen María, nos concedas, por su intercesión, participar, como ella, de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
                                                                       22 de noviembre
                                                       María de Jesús Buen Pastor (1842-1902)
            La beata Francisca Siedliska nace en el castillo de Roszkowa Wala (Varsovia. Polonia) el 12 de noviembre de 1842; es hija de Adolfo Siedliska y Cecilia de Morawska. En el año 1873 funda una comunidad para dedicarse a la adoración del Santísimo Sacramento, a la imitación de María Virgen y a la educación de las jóvenes. Le siguen su madre y dos ancianas pertenecientes a la OFS. Francisca viaja a Roma a presentar su proyecto al Papa Pío IX. Es recibida por el Pontífice el 1 de octubre de 1873, que aprueba la fundación de las «Hermanas de la Sagrada Familia de Nazareth». Crea la casa madre en 1874 en Roma. En 1875 añade al carisma originario la imitación de la vida escondida y todas las virtudes de la Sagrada Familia de Nazareth. En 1881 funda en Cracovia, Polonia, y el 1 de mayo de 1884 Francisca y las primeras compañeras de fundación hacen su profesión religiosa. Funda en USA, París y Londres. Muere el 21 de noviembre de 1902 en Roma. El papa Juan Pablo II la beatifica el 23 de abril de 1989.
                                               Común de Vírgenes
            Oración. Señor y Dios nuestro, te pedimos que la beata Francisca, virgen, tu fiel esposa, encienda en nuestro corazón la llama de la caridad divina que ella suscitó en otras vírgenes, para gloria perpetua de tu Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo.
                                               22.1 de noviembre
                                   Sixto Brioschi (1404-1486)
            El beato Sixto Brioschi nace en Milán (Lombardía. Italia) hacia el año 1404. Movido por la predicación de San Bernardino de Siena, sigue el ideal franciscano a la edad de 16 años, ingresando en el convento del Santo Ángel en Milán. Después de cursar los estudios eclesiásticos, se ordena sacerdote y es enviado a Mantua en 1436, al convento de San Francisco. Desarrolla una gran labor espiritual en su fraternidad y con el pueblo creyente. Entre sus dirigidos figura el beato Bernardino de Feltre. En este convento vive toda su vida marcada por seguimiento de Cristo pobre y crucificado, de penitencia, oración y de devoción de la Virgen María, fervor que expande por doquier. Muere a la edad de 82 años. Su cuerpo reposa en la Basílica de San Antonio en Milán. El papa Pío X aprueba su culto el 9 de octubre de 1912.
                                   Común de Santos Varones
            Oración. Dios nuestro, que otorgaste al beato Sixto la gracia de imitar a Cristo pobre y crucificado, concédenos por sus ruegos que viviendo con fidelidad nuestra vocación, podamos alcanzar aquella perfección que tu Hijo nos propuso con su ejemplo. Que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
                                                                    22.2 de noviembre
                                         Salvador Lilli y Compañeros Mártires (1853-1895)
            El beato SALVADOR LILLI nace en Capadocia (Aquila. Italia) el 19 de junio de 1853. En 1870 ingresa en la Orden. En 1873 sigue sus estudios en Tierra Santa, pues el Gobierno italiano suprime las órdenes religiosas. Es ordenado sacerdote en Jerusalén el 16 de abril de 1878. En 1880 es enviado a la misión de Marasc (Armenia Menor. Turquía). Es nombrado párroco. En la epidemia de cólera del mismo año, sirve a los enfermos de una forma heroica. En 1894 es trasladado a la misión de Mujuk–Deresi . Al año siguiente estalla una fuerte persecución contra los cristianos armenios. El P. Lilli se queda junto a los armenios perseguidos. Lo trasladan a Marasc. Es asesinado el 22 de noviembre de 1895, cuando tenía 42 años. Sus siete compañeros de martirio son: BALDJI OGHLOU OHANNES, KHODIANIN OGHLOU KADIR, KOURADJI OGHLOU TZEROUM, DIMBALAC OGHLOU WARTAVAR, GEREMIA OGHLOU BOGHOS, DAVID OGHLOU DAVID y TOROS OGHLOU DAVID, todos armenios. El papa Juan Pablo II los proclama beatos el 3 de octubre de 1982.
                                               Común de Mártires
            Oración. Dios eterno, que otorgaste a los beatos Salvador Lilli y Compañeros la gracia de dar la vida por amor a Cristo; ven en ayuda de nuestra debilidad con tu poder divino para que, así como ellos no vacilaron en morir por ti, nosotros podamos confesarte valientemente con el testimonio de nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
                                                                          23 de noviembre
                                               Fieles Difuntos de la Familia Franciscana

            La conmemoración de los Fieles Difuntos nace en el monasterio benedictino de Cluny (Saona y Loira. Francia). Con la presión de los millones de fallecidos en la Primera Guerra Mundial, el papa Benedicto XV concede el que cada sacerdote pueda celebrar tres misas por la memoria de todos los fieles difuntos y a los católicos ganar la indulgencia plenaria. San Francisco, cuando está tendido en tierra en Santa María de los Ángeles el 3 de octubre de 1226, entona la estrofa de la Hermana muerte introducida en el Cántico del Hermano Sol: «Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal». Orar por los que nos precedieron en la vida franciscana, dar limosna por su eterno descanso y ofrecer sacrificios para que disfruten de la gloria divina (cf. Mt 6,1-6.16-18), son los actos que debemos practicar por los que portaron la antorcha del estilo de vida franciscano en la historia y en la Iglesia.

De Dios

                                             ¿CUÁL ES LA IMAGEN DEL DIOS INVISIBLE?



            Pilar Sánchez Álvarez
                    Instituto Teológico de Murcia OFM
                    Pontificia Universidad Antonianum
            

             
Si buscamos en el diccionario el término «palabra», aparte de su etimología latina, se lee:  “…expresa uno de los elementos más imprescindibles en cualquier lenguaje; se trata de un fragmento funcional de una expresión, delimitado por pausas y acentos. La combinación de las palabras y sus significados permite formar frases u oraciones y la suma de las diferentes palabras en una expresión determinada, dará como resultado un significado propio y específico”. Y a través de esas palabras, de esas frases u oraciones conocemos el mundo en el que nos insertamos al nacer.
            Pero las palabras tienen vida porque nacen y mueren, se desvirtúan,  cambian de sentido, dejan de usarse, o desaparecen del lenguaje habitual.
            ¿Qué ha pasado con la palabra Dios?, ¿se ha dejado de usar en la sociedad del siglo XXI, escondiéndola como palabra incompatible con la ciencia, en este mundo de progreso e intelectualidad?, ¿se ha desvirtuado, tomando el sentido de pequeños dioses, de magia supersticiosa, de energía que pulula por el universo?, ¿ha muerto esa palabra Dios que ha movido a los hombres a grandes hazañas?
           
¿Se ha hecho Dios sinónimo de Hombre (Feuerbach), o ha sido un invento del hombre para cubrir sus impotencias (Marx), o ha muerto, mejor lo hemos matado (Nietzsche), o el que ofrece seguridad al niño angustiado( Freud)? ¿O simplemente es un Dios todo poderoso que anula la libertad del Hombre?
            Cuando el hombre se ha hecho centro del mundo, y ha conquistado todos los ámbitos,  cree que tiene que derribar todos los poderes para sentirse libre y ser el único soberano. Es en este momento cuando sospecha de Dios, porque al considerar a Dio todopoderoso, poder supremo,  lo considera una amenaza a la libertad.
             
Olegario González de Cardedal, usando un capítulo se Whitehead, Dios y el mundo, afirma que se ha desfigurado el rostro de Dios. A lo largo de la historia se ha considerado a Dios como emperador, como principio moral, o fundamento metafísico, es decir, deformación política, moral o filosófica de la idea de Dios.
           La religión cristiana cree en Dios, esa palabra está llena de contenido, un contenido que orienta su vida completa. El propio matemático, Whitehead, afirmaba a Dios como el compañero de sufrimiento que comprende.
            El teólogo  sostiene que el cristiano no tiene otra “imagen de Dios invisible que su Hijo visible y no tiene otro libro en que leerle que en la vida, muerte y resurrección de Jesús, que son su libro abierto”.
            ¿Donde está la revelación suprema de Dios?  ¿Cómo es el contenido de esa palabra que el mismo Dios nos ha dado? La revelación suprema de Dios tiene lugar en la muerte de Cristo, en la que se manifiesta como cercanía solidaria, amor vulnerable, acercamiento «compadeciente».
           
En la muerte de Cristo en la Cruz, está la expresión central del cristianismo; supone la suprema asunción de lo humano y en la resurrección su superación.
            La muerte de Jesús, nos revela que es compañero nuestro de sufrimiento y amigo de camino. “La muerte del Hijo Jesús que el Padre sufre sin anular a los culpables es así la máxima revelación de la querencia de Dios para con los hombres y por ello la suprema posibilidad e invitación al hombre para que se adentre con su querer en la querencia de Dios”. Hermosas palabras que encierran el amor de Dios al hombre, y la invitación a la salvación.