miércoles, 13 de enero de 2016

UN PAPIRO MÁGICO CRISTIANO

UN PAPIRO MÁGICO CRISTIANO



Esteban Calderon
Facultad de Letras
Universidad de Murcia

           
Es probable que el título de esta entrada pueda sorprender, pero contamos con un buen número de papiros mágicos de contenido cristiano, la mayor parte de los cuales son posteriores al s. IV y procedentes de Egipto, así como un ingente corpus de papiros mágicos profanos en los que hay frecuentes alusiones de carácter cristiano. Es algo patente que para la Iglesia primitiva fue muy difícil suprimir de un plumazo unos hábitos y costumbres que estaban muy arraigados en la sociedad antigua, de manera que los neoconversos siguieron utilizando amuletos y realizando prácticas mágicas. Ya en los Hechos de los Apóstoles hay una serie de pasajes en los que san Pablo se ve forzado a «competir» con la magia de su época; la práctica de tales artes se hace particularmente evidente a partir del Edicto de Milán (año 313), en virtud del cual el cristianismo es tolerado y se produce una entrada masiva de bautizados. Muchas veces se ha referido este hecho como cristianización del Imperio Romano, pero tal vez sea más apropiado hablar de proceso de paganización del cristianismo. Buena prueba de esto es la legislación que los emperadores cristianos tuvieron que publicar contra la magia y la adivinación, recogida en el Codex Theodosianus.
            Hace poco más de un año saltó la noticia del hallazgo de un nuevo papiro de estas características en los fondos de la biblioteca de la Universidad de Mánchester, aunque originario de Egipto (colección Rylands: P.Ryl. Gr. Add. 1166 v.), hallazgo realizado por la papiróloga de esta universidad Roberta Mazza. La novedad fue divulgada por internet, ya que el texto editado aún no ha sido publicado. Aquí reproduzco unas fotos del papiro y la traducción española que aparece en la página https://actualidad.rt.com/cultura/view/139083-amuleto-cristianismo-ultima-cena: «Temed todos a quien reinará sobre la tierra. Que las naciones y los pueblos sepan que Cristo es nuestro Dios. Porque Él habló y ellos comenzaron a ser, Él mandó y ellos fueron creados; Él puso todo bajo nuestros pies y nos libró de nuestros enemigos. Nuestro dios preparó una mesa en el desierto sagrado y dio maná de comer para un nuevo pacto: el cuerpo inmortal del Señor y la sangre que Cristo derramó por nosotros en la remisión de los pecados».
           
A mi modo de ver, algunas páginas especializadas no entendieron bien el fondo de la noticia y propalaron la especie de que se trataba de la alusión más antigua a la Eucaristía, algo imposible, ya que el papiro tiene unos 1.500 años de antigüedad y, que yo sepa, la referencia primera que tenemos de la fracción del pan está en 1Cor. 11, 23-26, libro que al parecer fue escrito en el año 58 de nuestra Era. Después vendrían las narraciones de los evangelistas y, por supuesto, los textos de los Padres Apostólicos y Apologetas. En realidad, la noticia lo que dice es que se trata del primer papiro mágico en el que aparece una referencia a la Eucaristía, puesto que este hecho no aparecía hasta ahora en los restantes papiros conocidos.
            ¿Cuál era la finalidad de este texto? Parece claro que era para ser doblado dentro de un medallón o colgante y ser llevado como amuleto (del latín amoliri, ‘ahuyentar’), en griego phylaktérion, protector contra los démones, los enemigos o alguna enfermedad. Para que tuviera estos efectos, el autor combina pasajes bíblicos, concretamente el Salmo 78, 23-24 y Mt. 26, 28-30, en la creencia de que estas alusiones al maná, como comida celeste, y al cuerpo y sangre de Cristo serán una buena profilaxis frente a sus hipotéticos males. El papiro denota un conocimiento memorístico de las citas, por lo que, como es normal, hay algún error y algún orden equivocado. De todas formas, con ser cierta la originalidad del contenido de este papiro de Mánchester, es posible que quienes practicaban la magia en aquellos siglos utilizaran la fórmula eucarística con más frecuencia de lo que nos imaginamos. Buena prueba de ello es la falsa fórmula pseudolatina Hocus-Pocus, que se usa desde tiempo inmemorial en la magia europea y que tiene todos los visos de ser un remedo de las mal entendidas palabras Hoc est Corpus, pronunciadas por el sacerdote en la consagración.

           
En cualquier caso, este pequeño papiro de Mánchester es un interesante testimonio del estado de convivencia que durante muchos siglos se produjo entre la religión y la superstición, cuya frontera a menudo se torna vaga y fácil de franquear. Las antiguas prácticas mágicas se perpetuaron especialmente en el Oriente cristiano y sobrevivieron a las normas emanadas de la Iglesia e incluso a los rigurosos principios del Islam. Los papiros y los restos arqueológicos demuestran que tales prácticas no cesaron hasta mucho tiempo después. Es más, en estos tiempos de neopaganismo parecen haberse reactivado. Merecerá la pena volver sobre este tema.

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