II DOMINGO. CICLO A
Descubrir a Jesús
Del evangelio de Juan
Al día siguiente ve a Jesús venir hacia
él y dice: « He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es
por quien yo dije: Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de
mí, porque existía antes que yo. Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar
en agua para que él sea manifestado a Israel ». Y Juan dio testimonio diciendo:
« He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él.
Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: «Aquel
sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que
bautiza con Espíritu Santo». Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es
el Elegido de Dios.
Contexto y reflexión
1.- Los discípulos de Juan bautizan para expresar el arrepentimiento de
los pecados y afrontar purificados la venida inminente del Señor para
transformar un mundo corrompido. Los
cristianos bautizan en nombre de Jesús, se les infunde el Espíritu y entran a
formar parte de la comunidad del Cordero que quita el pecado del mundo.
Constituyen la comunidad de salvados.
2.- Jesús, el Cordero que quita el pecado, es la persona que vive como un
siervo obediente al Señor, que es capaz de dar su vida inocente, como un cordero, por el bien
de los demás. No es el cordero, o la paloma, o la tórtola, que se sacrifica en el templo para calmar la
ira divina por el pecado humano, o cumplimentar una promesa humana. Jesús, el
cordero, el siervo, es una historia de amor gratuito y libre que lo toma el Señor como la relación filial
perfecta para hacernos a todos hijos suyos en él y hermanos de él.
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