miércoles, 15 de enero de 2014

Libros. De la paz y la justicia

Atonement, Justice, and Peace:
The Message of the Cross and the Mission of the Church.


De Darrin W. Snyder Belousek

                


Por Luis Oviedo Torró




La teología de la expiación, en sentido clásico, se ha vuelto bastante problemática en los últimos decenios. El principio de retribución penal que se habría proyectado en Cristo, en sustitución del castigo que merecían nuestros pecados, sigue siendo un axioma importante en la interpretación del acontecimiento de la cruz, al menos desde San Anselmo. Sin embrago da la impresión de que dicha teología está anclada en visiones de justicia retributiva bastante tradicionales y probablemente superadas en una mentalidad moderna.
El libro de Darrin Belousek, un joven teólogo americano plantea ampliamente los términos del debate; expresa su propia insatisfacción ante la solución clásica; y postula una lectura distinta, en clave de “restauración” de la cristología de la cruz. Además considera las implicaciones prácticas que se derivan de esta nueva comprensión de la cruz, al nivel de las candentes cuestiones de la justicia y la paz.
Este extenso ensayo está dividido en cuatro partes. La primera introduce el tema y plantea las cuestiones en torno a la hermenéutica de la cruz. La segunda parte repasa de forma extensa las bases bíblicas y patrísticas que dan pie a la doctrina de la expiación como sustitución penal; también formula una batería de críticas y dudas en relación con la propuesta tradicional. La tercera parte presenta la propia propuesta: la redención va más allá de la expiación, y como tal invita a una actitud de justicia hacia los menos favorecidos, y en especial para un replanteamiento de la “pena capital”; y de compromiso por la paz, pues en Cristo se “destruye la división y se condena la hostilidad”. Una instancia “cruciforme” inspira nuevas actitudes de paz y de superación de conflictos étnicos y religiosos. La cuarta parte es una invitación a la misión que nace precisamente de la cruz y que se convierte en vocación de la Iglesia.
El ensayo ofrece una relectura en clave crítica y constructiva al mismo tiempo del tema de la expiación; además es capaz de conectar los temas estrictamente teológicos con los retos reales que vivimos en nuestro propio contexto y que son más urgentes en nuestros días. La cristología de la cruz se vuelve de este modo un discurso eminentemente práctico, más allá de los debates académicos, y asume un tono pragmático, en el sentido de una lectura de la revelación cristiana a partir de los acontecimientos y de la revisión de propuestas anteriores que hoy aparecen a la mirada crítica como poco satisfactorias y sobre todo poco funcionales en la praxis de los cristianos. Teniendo en cuenta que el marco en que se mueve el autor es el de la teología evangelista americana, se agradece un desarrollo que ayuda a sacar dicha teología de posiciones cerradas y tradicionalista ante las que surgen cada vez más contestaciones entre las propias filas de dichas iglesias.
Desde mi punto de vista, conviene recordar que existen todavía lecturas del misterio cristiano de la expiación que son plenamente legítimas y corresponden a la sensibilidad de nuestro tiempo. Dichas lecturas reivindican una idea todavía válida: que hay formas de sacrificio y de sufrimiento cuyo sentido sólo se entiende en función de contribuir a frenar el avance del mal, o a reparar el mal que uno mismo u otros han cometido. Dicha lógica no es ni mucho menos racional; sólo tiene sentido en el interior de la fe cristiana.

     Editorial. Eerdmans, Grand Rapids MI, Cambridge U.K. 2012, 668 pp.


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