lunes, 20 de abril de 2015

IV de Pascua: Yo soy el buen Pastor.

IV DOMINGO DE PASCUA (B)




           
            Lectura del santo Evangelio según San Juan 10,11-18.

            En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos: -Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
            Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño un solo Pastor.
            Por eso me ama el Padre: porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para quitarla y tengo poder para recuperarla. Este mandato he recibido del Padre.

1.- Texto.  Entre setiembre y octubre se celebra la fiesta de los Tabernáculos. Los hebreos recuerdan durante siete días cuando vivían en tiendas de campaña antes de conquistar la tierra prometida. En este tiempo tenían en el Tabernáculo el candelabro de los siete brazos, los panes de la proposición, y en un sitio más recogido el Arca de la Alianza, que contenía las Tablas de la Ley, la vara de Aarón y el maná (cf. Heb 9,4). Durante esta fiesta, Jesús se ofrece como el agua viva, la luz del mundo, el Hijo y Enviado del Padre, y después de enseñar cuál es el itinerario de la fe al ciego de nacimiento, se propone como el buen Pastor. En los capítulos del ciego y de Lázaro (Jn 9.11), Juan presenta las tensiones que hay entre los responsables de la fe hebrea y Jesús. Tal es así, que desvela dos mundos irreconciliables: expulsan al ciego de la Sinagoga, y cuando se queda solo: sin familia, sin conciudadanos, sin Dios, es cuando «ve» a Jesús como Mesías: cree en él. La tensión entre judíos y Jesús se prolonga cuando acuerdan la muerte de Jesús al devolverle la vida a Lázaro, tensión que continúa en el párrafo que acabamos de leer. Jesús es el buen Pastor, como el Señor es para Israel desde que los sacó de Egipto y los condujo a la Tierra prometida. Y será su Pastor cuando los conduzca de nuevo desde el destierro a Sión (cf. Jer 31,10; Is 40,10). También será un buen Pastor un descendiente de la casa de David, como personaje único, como único será el rebaño. Y este pastor se diferenciará claramente de los que no cuidan al rebaño, porque son asalariados, y porque él entra por la puerta del aprisco al conocer y ser conocido por las ovejas.
2.- Sentido. Conocimiento y amor hacia el rebaño es lo que diferencia los buenos de los malos pastores. Es una alusión a los que cuidan la religión de Israel y que Jesús, el nuevo tabernáculo, sustituye definitivamente cuando el Señor lo resucita de entre los muertos. Él es el nuevo templo del Señor (cf. Jn 2,19-22), porque ha establecido la auténtica relación de amor fraterna, que es la que revela la religación de amor con el Señor. Pero la vida de Jesús, en la que en el tiempo de Juan ya se contempla con la pasión y muerte, va más allá de la imagen que entraña el Señor como Pastor en la historia de Israel. Jesús, buen Pastor, da la vida, entrega su vida, no duda en llevar su entrega por sus hermanos hasta la muerte. Es la imagen cabal del Pastor opuesta a los asalariados que abandonan el rebaño ante cualquier peligro; y peor: los que usan el rebaño para beneficio propio; lo contrario al amor. Pero Jesús también es pastor de los que aún no pertenecen a su rebaño. El mandato que da a sus discípulos antes de introducirse en la gloria del Padre es muy explícito: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16,15). La comunidad cristiana no puede olvidar que Jesús es de todos, y dicha conciencia la debe hacer explícita por la proclamación de la Palabra y por hechos de amor.
3.  Acción. Jesús es el único pastor de su Iglesia, además de su cabeza. Los demás  que ha constituido pastores no lo sustituyen, sino son signos de su presencia. Jesús, aunque esté sentado a la derecha del Padre, no abandona a su rebaño, porque le ha dado su Espíritu. Pero a los que él ha hecho pastores, representantes suyos, deben vivir la experiencia de amor divino, que les lleva a dar la vida por el rebaño, si es necesario. Es la única manera que hay para que el «rebaño tenga vida, y la tenga en abundancia». Por eso no se puede concebir un pastor egoísta en la Iglesia, que huya ante las adversidades, sobre todo en este tiempo que están martirizando y asesinando a muchos cristianos en Oriente Medio y en África. - Por otra parte, vivimos en un mundo donde se dan toda clase de ideologías, sentidos de vidas, propuestas de felicidad humana fundadas en creencias muy diferentes. Y lo que es peor: es que tales ofertas de felicidad o de fe son expresiones de nuestra mente, de nuestra imaginación, de nuestra inteligencia, de nuestra buena voluntad. Y hay que entrar por la puerta del corral, es decir, por Jesús que es el único Mediador y Centro de las relaciones con Dios y con los hermanos, porque es «el camino, la verdad, la vida» (Jn 14,6). Él nos da la seguridad que andamos en el camino correcto y su revelación del Señor es la que en verdad es y existe: Dios es amor y nos lo ha dado para nuestra salvación (cf. Juan 3,16; 1Jn 4,8.16).



2 comentarios:

  1. ¡Qué precioso es este Evangelio!
    Jesús da su vida por sus ovejas (por nosotros) porque es el dueño del rebaño y las cuida y las mima...
    Hay ovejas que no quieren ser de ese rebaño...para eso están los representantes de Cristo en la tierra...para eso estamos los que pertenecemos al rebaño: para con nuestro ejemplo, las atraigamos y formen parte de él.
    Amar a Cristo es el fundamente de todo...sin amor no lograremos nada...
    Seamos ejemplo de amor y recemos por esos hermanos descarriados para que vuelvan al redil...
    Y recemos por esos mártires que son muertos todos los días por pertenecer al rebaño

    ResponderEliminar
  2. El Buen Pastor, actualmente con el sacrificio de muchos Cristianos en masa son para mí el Buen Pastor, pues no renuncian a su Fe, y van al martirio ….Igual que Jesucristo…no abandona a sus ovejas ante el lobo…ellos son Ahora el Buen Pastor, y para Occidente deberían ser un referente para nosotros Cristianos, un auténtico ejemplo para nosotros.

    ResponderEliminar