Para
meditar
Evangelio
de Mateo 1, 18-24
[… a José] se le apareció en sueños un
ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte
a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.
Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su
pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese
lo que había dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará
a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa
“Dios-con-nosotros”» […].
1.- Una cosa que queda bien afirmada en esta página es
la intervención directa de Dios en el nacimiento de Jesús. Del mismo modo que
en la creación del mundo se decía que el Espíritu de Dios aleteaba sobre las
aguas (Gén 1,2), ahora se dice que María “había concebido un hijo por obra de
lo Espíritu Santo” (Lc 1,18.20). Se trata, pues, no de una biografía sino de
una confesión de fe sobre Jesús: Él es el Mesías, el Hijo de Dios. Los dos
nombres que recibe Jesús también vienen de Dios. El primero, “Jesús”, lo
propone el ángel, el mensajero. El segundo, “Emmanuel”, viene de la Escritura,
de la Palabra de Dios (Is 7, 14). Ni
a José, ni a los contemporáneos de Jesús, ni a nosotros nos es fácil aceptar
que un hombre concreto sea el mismo Dios... hace falta un corazón pobre para
que Dios nos lo revele. José posee corazón de pobre obediente a la fe. El
ejemplo de todo creyente cristiano.
2.-
Dios le
cambia la vida a José para incluirlo en su plan de salvación para los hombres.
José, prometido a María y carpintero tenía su futuro planificado como toda
persona que habita en esta tierra: un trabajo, una mujer, o un hombre, para
hacer que la historia humana continúe desde las relaciones de amor. Y Dios le altera
este futuro. Ni su mujer, ni su hijo serán suyos. Son de Dios. Eso sí, serán de
su cuidado, de sus desvelos, de su apellido y de su raza. Y le enseñará a Jesús
ser una persona para que pueda comprendernos a todos y vivir como nosotros.
3.- La decisión que José toma respecto a María de repudiarla
en secreto está relacionada con la búsqueda de la voluntad de Dios. ¿Cómo busco
yo la voluntad de Dios? ¿En esta búsqueda estoy dispuesto a salvar a las
personas aunque éstas estén acusadas gravemente? Cómo familia, comunidad o
grupo, ¿a qué personas concretas hemos tratado de salvar? José pudo decidir
porque escuchó el punto de vista de Dios.
¿Frecuentemente decido basándome sólo en “mi” punto de vista o
cuento con el punto de vista de las personas que viven conmigo? ¿En qué forma
voy a proponerme escuchar y pedirle a Dios su punto de vista? ¿Qué condicionamientos a nivel personal o
comunitario nos impiden decidir según la voluntad de Dios? ¿Qué vamos a hacer
para que esta navidad que se aproxima no se quede sólo en fiestas y
celebraciones de carácter social, sino que nos ayude a entrar en un camino de
búsqueda y obediencia de la voluntad de Dios?
Reflexión
franciscana
4.- Clave de la reflexión: La esperanza es un don que
cambia la vida de quien lo recibe, como demuestra la experiencia de muchos
santos en este caso como Francisco. Como resumen de la enciclica "Spe
salvi", resaltamos:
La esperanza «Consiste en el conocimiento de Dios, en el descubrimiento de
su corazón de Padre bueno y misericordioso». Esta esperanza es nuestra
salvación. Jesús nos ha revelado el rostro de un Dios tan grande en el amor
que nos ha dado una esperanza inquebrantable, que ni siquiera la muerte puede
resquebrajar, pues la vida de quien confía en este Padre se abre a la
perspectiva de la felicidad eterna». Jesús es nuestra esperanza: más fuerte
que los sufrimientos de la esclavitud y que por ello transforma desde dentro la
vida y el mundo. La esperanza crece con la oración, la acción, el sufrimiento
y el Juicio de Dios. Francisco vivió
todo esto porque Dios le fue concediendo a lo largo de su vida lo que él le
pidió al principio de su conversión, y supo en quien poner su esperanza, por
eso podemos decir con rotundidad que Francisco es un hombre de “esperanza cierta”.
Y "María, estrella de la esperanza", se la fue iluminando.
Equipo PJV franciscanos (FAV)
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