26 de diciembre
Esteban, Protomártir
«[Esteban] lleno del Espíritu
Santo, miró fijamente al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la
diestra de Dios, y dijo: “Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre
de pie a la diestra de Dios». Entonces, gritando fuertemente, se taparon sus
oídos y todos a una se abalanzaron sobre él; le arrastraron fuera de la ciudad
y empezaron a apedrearle. Los testigos depusieron sus mantos a los pies de un
joven llamado Saulo. Mientras le apedreaban, Esteban hacía esta invocación:
“Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Después dobló las rodillas y dijo con fuerte
voz: “Señor, no les tengas en cuenta este pecado”. Y diciendo esto, se durmió».
(Hech 7,55-59).
Común de Mártires
Oración.
Concédenos, Señor, la gracia de imitar
a tu mártir San Esteban y de amar a nuestros enemigos, ya que celebramos la
muerte de quien supo orar por sus perseguidores. Por nuestro Señor Jesucristo.
27 de diciembre
Juan, Evangelista
San
Juan es el discípulo a quien amaba Jesús (Jn 13,23); es el que se reclina sobre
Jesús durante la última cena (Jn 13,23-25); y es el que Jesús entrega a su
Madre María (Jn 19,26-27).
Común de Apóstoles
Oración.
Dios y Señor nuestro, que nos has
revelado por medio del apóstol San Juan el misterio de tu Palabra hecha carne,
concédenos, te rogamos, llegar a comprender y amar de corazón lo que tu apóstol
nos dio a conocer. Por nuestro Señor Jesucristo.
28 de diciembre
Los Santos Inocentes
«Entonces
Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció
terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca,
de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos» (Mt
2,16).
Común de Mártires
Oración.
Los mártires Inocentes proclaman tu
gloria en este día, Señor, no de palabra, sino con su muerte; concédenos, por
su intercesión, testimoniar con nuestra vida la fe que confesamos de palabra.
Por nuestro Señor Jesucristo.
28.1 de diciembre
Catalina Volpicelli (1839-1894)
Santa
Catalina Volpicelli nace en Nápoles (Campania. Italia) el 21 de enero de 1839.
Estudia en el Colegio Real de San Marcelino. El beato Ludovico de Casoria, el
19 septiembre de 1854, la admite en la Orden Franciscana Seglar y le indica
como única finalidad de su vida el culto al Sagrado Corazón de Jesús. El 28
mayo de 1859, Catalina forma parte de las Adoradoras perpetuas de Jesús
Sacramentado. Más tarde se entrega al apostolado de la oración, que en el
futuro será el centro de su vida espiritual. Catalina funda el nuevo Instituto
de las «Esclavas del Sagrado Corazón» el 1 julio de 1874, aprobado por el papa
León XIII el 13 junio de 1890. Se extiende rápidamente. El 14 mayo de 1884, el
Arzobispo de Nápoles, Guillermo Sanfelice, consagra el Santuario dedicado al
Sagrado Corazón de Jesús que Catalina edifica junto a la Casa Madre. Muere en
Nápoles el 28 diciembre de 1894. El papa Juan Pablo II la beatifica el 28 de
junio de 1999 y Benedicto XVI la canoniza el 26 de abril de 2009.
Común
de Vírgenes
Oración.
Señor y Dios nuestro, te pedimos que
Santa Catalina, virgen, tu fiel esposa, encienda en nuestro corazón la llama de
la caridad divina que ella suscitó en otras vírgenes, para gloria perpetua de
tu Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo.
30 de diciembre
Bentivoglio de Bonis (1188-1232)
El
beato Bentivoglio de Bonis nace en 1188 en San Severino Marcas (Macerata.
Italia). San Francisco lo recibe en la Orden. Ordenado sacerdote, es un modelo
de oración y penitencia, testificando con su vida la predicación evangélica.
Maseo, párroco de San Severino, ingresa en la Orden Franciscana por su ejemplo.
Lo mismo hacen sus dos hermanos. Habita un tiempo en Trave Bonati, o Ponte
della Trave para cuidar a un leproso. Trasladado a Monte San Vinicio, cerca de
Potenza Picena, distante unos veinte kilómetros, lleva a la espalda al leproso
consigo. Es modelo de humildad, obediencia y caridad. Muere en la fraternidad
de San Severino el 25 de diciembre de 1232. El papa Pío IX aprueba su culto el
30 de septiembre de 1852.
Común
de Santos Varones
Oración.
Dios nuestro, solo tú eres santo y
nadie puede ser bueno fuera de ti, por la intercesión del beato Bentivoglio,
danos la gracia de vivir de tal manera que nunca nos veamos privados de tu
gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.