21 de mayo
Humiliana de Cerchi ( 1219-1246)
La beata Humiliana nace en Florencia
(Toscana. Italia) en el año 1219, hija de Oliverio dei Cerchi. Muerta su madre,
es educada por su madrastra Ermelina di Cambio dei Benizi. Dada en casamiento a
los 16 años, tiene dos hijos. Lleva una profunda vida de piedad y de servicio a
los necesitados. Cuando enviuda, se ve obligada a dejar a sus hijas a la
familia de su esposo y regresa con su padre. Es dirigida por el beato Miguel
degli Alberti, franciscano. Recibe el hábito franciscano de penitencia en 1240
en la basílica de la Santa Cruz de Florencia: es la primera terciaria de esta
ciudad. Vive en soledad y penitencia en su aislamiento en la torre de los
Cerchi, después de distribuir todos sus bienes a los pobres. Muere el 19 de
mayo de 1246 a los 27 años de edad. El papa Inocencio XII aprueba su culto el
24 de julio de 1694.
Común de Santa
Mujeres
Oración. Señor
Dios, tú nos has revelado que toda la ley se compendia en el amor a ti y al
prójimo; concédenos que, imitando la caridad de la beata Humiliana, podamos ser un día contados entre los
elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
Lecturas
«Santas mujeres que esperaban
en el Señor»
Si el amor es el principio general de las relaciones del
cristiano con Dios y con el prójimo, éste debe abarcar todas las instituciones
sociales y situaciones humanas que se den en la historia. Así también debe
prevalecer en el matrimonio. Hay que alejar la vanidad de la vida de relación
familiar y adentrarse en la vida interior y establecer unas relaciones plenas
de dulzura y comprensión, porque hay actitudes que son preponderantemente
femeninas. Y junto a la actitud de amor, afianzar la vida de oración en la
experiencia personal con el Señor.
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 3, 1-9
Salmo responsorial Sal
130,1.2.3
El
Señor se presenta como un Padre y una Madre que protegen y defienden la vida de
sus hijos. El hombre debe ser consciente y reconocer esta actitud de Dios.
Entonces el creyente inclina su vida hacia Él con la condición de hijo confiado
en la bondad que está en la raíz de su vida, en la providencia que lo cuida y
en la voluntad de salvación; ciertamente
Dios no dejará que su vida se pierda. De aquí proviene la auténtica paz y
verdad de la existencia, alejada de toda pretensión u orgullo que le enfrenta a
Dios, o lo silencia en su existencia.
V. Guarda mi alma en la paz.
R.
guarda mi alma en la paz.
Aleluya Mt
5,3
Aleluya. Aleluya.
«Bienaventurados
los pobres de Espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos».
Aleluya.
Evangelio
«María, sentada a los pies de Jesús, escuchaba»
María, como Lidia a Pablo (cf. Hech
16,15), acoge a Jesús en su casa. Y escucha su palabra, como una discípula (cf.
Lc 8,1-3). Marta está absorbida con los preparativos de la comida a los
invitados. Y llega un momento que se queja al Maestro. Jesús, como Señor,
sentencia: no hay que hacer tantas cosas que puedan absorber la atención de tal
manera que quede en segundo lugar, o en el olvido, la más importante en esos
momentos, como es la presencia de Jesús explicando la Palabra de Dios. Porque
«no sólo de pan vive el hombre…» (Cf. Lc 4,4; Dt 8,3).
Lectura
del santo Evangelio según San Lucas 10,38-42
Para meditar
Todos los que aman al Señor con todo el corazón, con toda el
alma y con toda la mente, con todas las fuerzas, y aman a sus prójimos como
a sí mismos (cf. Mt 22,37.39; Mc 12,30), y odian a sus cuerpos con sus vicios y
pecados, y reciben el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y hacen
frutos dignos de penitencia:¡Oh cuán bienaventurados y benditos son ellos y
ellas, mientras hacen tales cosas y en tales cosas perseveran!, porque descansará
sobre ellos el espíritu del Señor (cf. Is 11,2) y hará en ellos
habitación y morada (cf. Jn 14,23), y son hijos del Padre celestial (cf.
Mt 5,45), cuyas obras hacen, y son esposos, hermanos y madres de nuestro Señor
Jesucristo (cf. Mt 12,50). Somos esposos cuando, por el Espíritu Santo, el alma
fiel se une a nuestro Señor Jesucristo. Somos para él hermanos cuando hacemos la
voluntad del Padre que está en los cielos (Mt 12,50); madres, cuando lo
llevamos en nuestro corazón y en nuestro cuerpo (cf. 1 Cor 6,20), por el amor
divino y por una conciencia pura y sincera; y lo damos a luz por medio de obras
santas, que deben iluminar a los otros como ejemplo (cf. Mt 5,16). ¡Oh cuán
glorioso, santo y grande es tener un Padre en los cielos! ¡Oh cuán santo,
consolador, bello y admirable, tener un tal esposo! ¡Oh cuán santo y cuán
amado, placentero, humilde, pacífico, dulce, amable y sobre todas las cosas
deseable, tener un tal hermano y un tal hijo: Nuestro Señor Jesucristo!, quien
dio la vida por sus ovejas (cf. Jn 10,15)
(San Francisco, Carta a todos los fieles
1, vv. 1-13).
21.1 de mayo
Juan Pelingotto (1240-1304)
El beato Juan Pelingotto nace en Urbino (Pésaro. Italia) en 1240.
Recibe el hábito de la Tercera Orden de la penitencia en Santa María de los
Ángeles de Urbino. Se entrega por completo a la oración. Visita Roma en 1300
para ganar el jubileo decretado por el papa Bonifacio VIII. Sigue a Jesús,
además de pobre, crucificado, y tiene la ocasión al padecer una dolorosa enfermedad
y sufrir fuertes tentaciones diabólicas. Muere plácidamente el 1 de junio de
1304 a los 64 años de edad. Con el tiempo se traslada su cuerpo a la iglesia de
San Francisco en la que se erige un altar sobre su tumba. El papa Benedicto XV
aprueba su culto el 13 de noviembre del año 1918.
Común de Santo Varones
Oración. Señor, tú que otorgaste al beato Juan Pelingotto la gracia de imitar con
fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por su intercesión, la gracia de
vivir fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú
nos has propuesto en la persona de tu Hijo. Que vive y reina
contigo.
Lecturas
«No hagas
enmudecer la boca de los que te alaban»
Amán persigue al pueblo elegido y
convence al rey Asuero para que extirpe a Israel de la historia. Mardoqueo
siente el peligro, no sólo para él, sino para toda la colectividad. Entonces se
dirige al Señor con esta oración bellísima, en la que le reconoce como Creador
de todo cuanto existe y como único Señor frente al politeísmo pagano. Se niega
a adorar a otros dioses, ya que la idolatría es uno de los pecados más
castigados por el Señor a lo largo de la historia de la salvación (cf. Det 6,5,
Mc 12,30; Lc 10,27, etc.), y se entrega por entero a su verdadero y único
Señor.
Lectura
del libro de Ester 4,17b-17h
Salmo responsorial Sal 32,1-2.4-5.10-11
El salmista es
consciente de que la presencia del Señor cubre toda la creación. Y es una
presencia de bondad y de misericordia para con sus criaturas. De ahí que los
fieles del Señor proclamen a los cuatro vientos la creación, la providencia y
la salvación que regala constantemente el Señor a sus hijos. Es el plan que ha
tenido desde siempre.
V. La misericordia del Señor llena la
tierra.
R. La misericordia del Señor llena la
tierra.
Aleluya Lc 21,36
Aleluya. Aleluya.
«Estad, pues, despiertos en todo
tiempo,
pidiendo fuerza para manteneros en pie ante el Hijo
del hombre».
Aleluya.
Evangelio
«Tened ceñida
la cintura y encendidas las lámparas»
Una de las características de la
oración de Jesús es la vigilancia. Ella nos mantiene despiertos ante la venida
del Señor, que puede suceder en cualquier momento. La ausencia del Señor en la
vida hace que valoremos las cosas inútiles, o nos centremos en resolver
problemas que no afectan realmente al sentido global de la vida humana. Por eso
mantener la expectativa de su venida inminente obliga al creyente a ver la
existencia desde la perspectiva del Señor, lo que hace posible el encuentro
definitivo con Él, porque lo reconoceremos para siempre en la vida sin fin.
Lectura
del santo Evangelio según San Lucas
12,35-40
Para
meditar
«Preferencia
de la misericordia al sacrificio»
Alentaba con mayor clemencia y soportaba
con más paciencia a aquellos enfermos de quienes sabía que, como niños que
fluctúan, estaban agitados por tentaciones y vivían con el ánimo apocado. Por
eso, evitando con ellos las correcciones ásperas -si no veía peligro en esto-,
se ahorraba la vara para guardar las almas. Decía que toca al prelado, que es
padre y no tirano, prevenir las ocasiones de pecar e impedir que caiga quien,
una vez caído, difícilmente se levantaría.
¡Desdichada insensatez, digna de compadecerse, la de nuestros días! Y no
se trata sólo de que no levantamos o no sostenemos a los débiles, sino que a
veces los empujamos para que caigan. Tenemos en nada el sustraer al sumo Pastor
una ovejuela, por la cual ofreció en la cruz poderosos clamores y lágrimas. De
diferente manera te portabas tú, Padre santo, que preferías la enmienda a la
perdición. Sabemos, con todo, que el mal del amor propio está muy arraigado en
algunos, y que éstos necesitan cauterio y no ungüento. Está claro, pues, que
para muchos es más saludable regirlos con cetro de hierro que pasarles la mano.
Pero aceite y vino, vara y cayado, severidad y clemencia, cauterio y unción,
cárcel y regazo, todo tiene su tiempo. Todo ello reclama el Dios de las
venganzas y el Padre de las misericordias, quien, sin embargo, prefiere la
misericordia al sacrificio (Mt 9,13). (Escritos de San Francisco, Segunda
de Celano, 177).
21.2 de mayo
Franz Jägerstätter (1907-1943)
El beato Franz Jägerstätter, de la Orden Franciscana Seglar, nace en
Sankt Radegund (Braunau. Austria). Es hijo ilegítimo de Franz Bachmeier y
Rosalie Hüber. Muerto su padre en la I Guerra Mundial, su madre contrae
matrimonio con Herr Jägerstätter. Trabaja en la agricultura y en las minas de
hierro de Steiermark. Durante los tres años en que trabaja en las minas
experimenta una cercanía al Señor que desarrolla con la asistencia a Misa y
orando con frecuencia. Contrae matrimonio con Francisca, de la que tiene dos
hijas: Rosalía y María . Cuando Hitler invade Austria vota en contra de la ocupación
nazi e inicia una campaña contra las subvenciones al gobierno de Hitler. En
1939 se incorpora a los entrenamientos de un cuerpo motorizado del ejército,
que al final no participa en la guerra. En febrero de 1943 se incorpora al
servicio militar en Enns (Austria). Se niega jurar fidelidad al Führer, pues
defiende que el Nazismo es esencialmente malo y trata de destruir la Iglesia.
Lo conducen a la prisión de Brandengurg, en la que le ahorcan el 9 de agosto de
1943. Es beatificado por Benedicto XVI el 26 de octubre de 2007; a la
beatificación asiste su esposa Francisca de 94 años.
Común de Santos Varones
Oración. Señor Dios, tú nos has revelado que toda la
ley se compendia en el amor a ti y al prójimo; concédenos que, imitando la
caridad del beato
Franz,
podamos ser un día contados entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor
Jesucristo.
Lecturas
«La
victoria que derrotó al mundo es nuestra fe»
La experiencia del Señor
hace que creamos en Jesús como Hijo y, en cuanto tal, nuestro Salvador. Esto
exige una fidelidad a un estilo y sentido de vida exclusivamente sustentado por
la fe, que choca muchas veces con los intereses del mundo y las instituciones
sociales que hacen posible una vida injusta y pactista. El compromiso de la fe
ha llevado a muchos cristianos a dar su vida, con la potencia del amor divino y
teniendo en su horizonte el bien de los hombres, que sólo puede salir adelante
con el amor gratuito.
Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 5,1-5
Salmo responsorial Sal
24,4-5.6-7.20-21
El
justo ora a Dios con la confianza no sólo de que le salvará de sus peligros,
sino que caminará junto a él para que no caiga en la tentación. Dios acompaña
en su sentido positivo: enseñando el camino, instruyendo sobre su marcha,
relacionándose con ternura y cuando se desvíe del camino relacionándose con
misericordia.
V. A ti,
Señor, levanto mi alma.
R. A ti,
Señor, levando mi alma.
Aleluya Sant 1,12
Aleluya.
Aleluya.
«Dichoso el
hombre que soporta la prueba,
Porque una
vez aniquilado recibirá la corona de la vida».
Aleluya
«Quien pierda su vida por mí y por el
Evangelio la salvará»
Negarse a sí mismo es sustituir la
afirmación del yo como tendencia natural por el “yo” amoroso del Señor. Es
cambiar los fundamentos de la vida humana por la propuesta de Jesús que ha entregado
su vida a cumplir la voluntad de su Padre (cf. Mc 14,36). Una vez que la vida
se enraíza en el Señor su caminar en la historia es seguir las huellas de Jesús
hasta el Gólgota, sin más horizonte que el amor del Señor y el amor del Señor
situado en el corazón de cada hombre y mujer, en el amor a la entera creación.
Lectura del santo evangelio según
San Marcos 8,34-37
Para
meditar
La peculiaridad de nuestro beato se
encuentra en su martirio (1943), insertado en el contexto histórico
particularmente trágico del período del III Reich, durante la segunda guerra
mundial. El beato Franz era un hombre de nuestro tiempo, un hombre normal, con
defectos; incluso, durante cierto tiempo, llevó un estilo de vida más bien
ligero y mundano. Pero siguiendo su vocación y con la gracia de Dios, puso la
voluntad de Dios por encima de todo, llegando, tras largas luchas interiores, a
una vida extraordinaria de testimonio cristiano. Por sus convicciones de fe afrontó
la muerte. Su camino es un desafío y un
estímulo para todos los cristianos, que pueden seguir su ejemplo para vivir
con coherencia y compromiso radical su fe, incluso hasta las extremas
consecuencias, si fuese necesario. Los beatos y los santos siempre han
dado ejemplo de lo que significa e implica ser cristianos, incluso en algunos
momentos particulares, concretos, de la historia. En un tiempo como el nuestro,
en el que no faltan los condicionamientos e incluso la manipulación de las
conciencias y las inteligencias, a veces a través de formas engañosas que se
sirven de las tecnologías modernas más avanzadas, el testimonio del
beato Franz es un ejemplo importantísimo de inquebrantable valentía y de firme
y fuerte coherencia. (Palabras del
cardenal José Saraiva Martins al final de la misa de beatificación de de Franz
Jägerstätter. Catedral de la diócesis de Linz (Austria, 26/10/2007).