POR EL CONOCIMIENTO
Y CUIDADO DE LA CREACIÓN
Francisco López Bermúdez
Facultad de Letras
Universidad de Murcia
Buena
parte de este magnífico espacio natural, en las últimas décadas, ha sido intensamente transformado por la actividad humana a consecuencia de la presión urbanística, tan intensa que en importantes sectores es ya una
costa artificial. La calidad del paisaje se ha degradado, en muchos
casos, a consecuencia de la invasión y ocupación del dominio público-terrestre,
por las descargas de contaminantes de las poblaciones ribereñas, por la actividad minera de antaño, por vertidos de la agricultura,
por basureros, por la proliferación de
diques, espigones y puertos que interrumpen la dinámica propia del litoral
produciendo excesivas acumulaciones en algunos lugares o fuertes erosiones en otros. Le excesiva presión humana sobre los paisajes
de la costa afecta a la calidad de los recursos que son la base del atractivo
turístico, como son playas, calas y
acantilados y, en definitiva a su sostenibilidad como recurso valioso no
renovable.
Afortunadamente,
la costa de la región murciana todavía
conserva bastantes sectores con ecosistemas que conservan su
interés y alta calidad primigenia. Paisajes que deben ser preservados frenando
la ocupación masiva de la zona costera, recuperando la funcionalidad natural del litoral, divulgando sus
valores naturales y culturales, reforzando las actividades de educación y
sensibilización ambiental en los
espacios protegidos del litoral como son: el Mar Menor, humedal protegido de
importancia internacional, el Parque Regional
Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, las Salinas y Arenales de
San Pedro del Pinatar, Cabo
Cope y Puntas de Calnegre, los espacios
naturales de la Sierra de la Muela , Cabo Tiñoso y Roldán,
Cuatro Calas e islas e islotes
del litoral algunas de las cuales son
zonas de protección ZEPA al tratarse de ecosistemas terrestres muy
singulares que se han conservado bastante bien. Además, mejorando la cantidad y calidad de la
información disponible para la toma de decisiones gestoras adecuadas, para la
conservación de estos paisajes protegidos. Previendo y adoptando las medidas necesarias para
mitigar los potenciales impactos que
puede desencadena, en un futuro no lejano, uno de los desafíos más importantes
de este siglo: el cambio climático. Tareas todas estas ineludibles para el futuro y la durabilidad medioambiental del extraordinario patrimonio
biofísico y cultural que es la costa de nuestra región.