Xabier Pikaza,
Historia de Jesús.
Verbo divino, Estella
2013, 671 pp.
Por
Bernardo Pérez Andreo
Pikaza ha
escrito una obra fácil de entender, pues la hábil mano del autor ha sabido
diferenciar dentro de la misma obra tres niveles de lectura. En un primer
nivel, el texto corrido del libro, el lector puede acceder a una lectura
lineal, sencilla, fluida, llena de matices, pero pegada tanto al texto bíblico
como a los acontecimientos históricos. Es un nivel de lectura que agradecen
tanto los legos en la materia como los expertos. Los primeros porque el aparato
crítico y los debates entre expertos pueden hacerles perder el hilo de la obra,
a los segundos porque ese debate puede serles de utilidad en un segundo plano.
De ahí que el segundo nivel de lectura esté compuesto por unos esquemas en
letra pequeña y marcados con una barra lateral. Se trata de recopilaciones y
ampliaciones del tema principal. Es un nivel imprescindible en una obra de la
altura de esta, pero prescindible para un lector menos exigente. Al final
encontramos el tercer nivel, compuesto por las notas al final de cada capítulo,
para no impedir la lectura fluida, y que aportan jugosas disgresiones,
ampliaciones, intensificaciones, debates y críticas que hacen las delicias de
los expertos en el tema, es más, habrá quien lea primero el aparato crítico
junto con la ingente, exhaustiva y ordenada bibliografía, bien estructurada en
torno a las temáticas correspondientes y con algunas indicaciones interesantes
sobre las principales obras sobre Jesús de los últimos años.
Además de los
distintos niveles de lectura y de la unión entre ciencia y fe en la obra de
Pikaza, también nos encontramos con la perspectiva que unifica lo que se ha
denominado como tercera búsqueda: el
énfasis en los aspectos históricos, sociales y económicos.
Puesto el
proyecto, entramos en la cuarta parte: Camino
de Jeruselén, ¡Tú eres el Cristo! Jesús no se quedó en el activismo,
llegado el momento decidió que había que culminar el proyecto subiendo a
Jerusalén, donde se decidiría definitivamente su propuesta. En Jerusalén se
unirán su vida y su obra con la obra de Dios. La quinta parte, Jerusalén: La próxima copa en el Reino,
nos muestra a Jesús rodeado de los suyos en la ciudad santa ofreciendo como
único signo su vida ofrecida al servicio de los pobres, entrando en paz y con
paz en Jerusalén. Pero los poderes no aceptaron su propuesta y se confabularon
contra él. Él cenó con sus discípulos y fue al Monte de los Olivos a esperar la
venida de Dios, había prometido que la próxima copa la tomaría en el Reino. Así
llegamos a la culminación, la sexta y última parte de la obra, siguiendo el
trazado Marcano: IRNI. Jesús nazoreo, rey
de los judíos. Jesús vivió como enviado y confió su vida por completo en
Dios. Los poderes se confabularon contra él y lo ejecutaron. Sintió la profunda
soledad del abandono. Fracasó en un sentido mesiánico, pero ese fracaso pudo
ser interpretado como el verdadero triunfo de Dios, es el inicio del camino de
la Iglesia.
Más amplio en Carthaginensia 29 (2013) 451-3.
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