FRANCISCO,
EL LOCO DE ASÍS
Joan Mueller
M.A.
Escribano Arráez
Instituto Teológico OFM
Pontificia
Universidad Antonianum
Al encontrarnos con una nueva
biografía novelada de san Francisco de Asís, lo primero que pensamos es que se
ha aprovechado el tirón del papa Francisco para presentar una biografía, como
tantas otras, que encontramos de San Francisco. Sin embargo, cuando se lee la
obra se descubren dos cosas importantes. En primer lugar: el desarrollo y
presentación de los personajes no es al uso, sino desde el realismo de nuestro
mundo; se desarrollan las situaciones sin un exceso de pietismo, sino más bien
de realidad. En segundo lugar: desde el estudio de las fuentes franciscanas
encontramos que la autora conoce las últimas compilaciones y estudios
franciscanos, usa de la nueva corriente dirigida entre otros por el profesor
Maranesi en la búsqueda del san Francisco humano, frente al héroe que desde el
principio de la Orden se trató de presentar con las biografías de san
Buenaventura, y que se retoma en la actualidad con la compilación asisiense.-

Destacamos momentos importantes en
la vida de san Francisco y que la autora nos presenta con seriedad. La primera,
para hacer más fuerte todo lo demás, es el presentar la ciudad de Asís y sus
habitantes como un lugar donde se han perdido todos los valores morales y
humanos, sólo existe el propio interés en conseguir lo que se desea. Ello hace
que, cuando nos habla de la conversión de san Francisco, nos presente a un hombre,
si bien de buen corazón, un tanto libertino en cuestiones morales, no las
oculta, lo cual le da mayor realismo a la escena y sobre todo fuerza a la
conversión y encuentro con Dios. La crudeza de la prisión en Perugia donde se
muestra la negación de la persona humana y la aparición de los peores instintos
que las personas pueden tener tras una guerra: el odio, la venganza.- Y dentro
de este proceso de conversión resalta la figura del sacerdote de san Damián, el
padre Pietro, que aparece dentro de la obra como la figura que va asentando la
vocación que surge dentro de san Francisco y sin ocultar el temor a la familia
Bernardone, sin embargo sabe encauzar al santo hacia la protección del Obispo
Guido. Guido es todo un obispo medieval, más señor feudal que obispo, sin
embargo acompaña a san Francisco en este proceso de conversión y desapropiación
de los bienes terrenos.

Y al hablar de la familia no podemos
pasar por alto a la señora Pica, la madre que en todas las biografías del santo
tiene un lugar destacado. En esta obra aparece como víctima del excesivo
temperamento del padre y dentro de la pérdida de valores de la ciudad de Asís;
en la violencia doméstica que sufre, se observa el quebranto de lo que debe ser
la familia.
La vida de san Francisco, sus primeros
seguidores, el encuentro con el Papa y su aprobación, la conversión de santa
Clara y como ella sigue el camino del santo, nuevamente destacamos el papel del
obispo Guido. También nos muestra crudamente la negación de la familia
Offreducio y la violencia que se desata con la hermana de santa Clara.- Ahora
bien, si en la obra debemos buscar un momento impactante es en el relato de la
impresión de las llagas en la Verna. En ningún momento habla expresamente de la
impresión de las llagas pero sí lo hace de la experiencia de dolor con la que
san Francisco se encuentra con Cristo, se observa el dolor que lleva impreso en
su cuerpo y en su alma por todos sus hermanos, por ese encuentro íntimo con
Dios, por ese rechazo que ahora ve en lo que él empezó como obra de Dios y no
todos sus hermanos acaban de comprender. Sin embargo, en este relato de pasión
aparece el amor manifestado en la figura de la madre Pica, vuelve a aparecer
como ejemplo de quien da amor sin esperar recibir respuesta y sin recibirlo es
capaz de no cansarse de amar hasta el extremo. Con este ejemplo descubrimos el
amor presente en el sufrimiento de la cruz y que es capaz de mostrar luz.

En definitiva, no queda claro que
san Francisco recibiera las llagas tal y como la iconografía nos ha mostrado,
lo cual no niega que sea un
alter
Christus en esa unión íntima con Él. Y llegada la muerte nuevamente nos
muestra al hombre Francisco que pide los dulces de “fray Jacoba”, que ruega a
sus hermanos que la llamen para que esté cerca de él, y la despedida a santa
Clara y sus hermanas llena del dolor de quien se sabe unida al hombre de Dios
que ya está plenamente en Cristo.- En definitiva una biografía novelada que
introduce las últimas tendencias de la reflexión franciscana y que muestra de
un modo brillante la espiritualidad del hombre de Dios Francisco de Asís.
Ed. Ciudad Nueva, Madrid
2014, 365 pp., 14x21 cm.
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