domingo, 16 de marzo de 2014

Diccionario de la Biblia

                       Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia



            Alfonso Ropero Berzosa (Ed.)


                                               Recensión de Bernardo Pérez Andreo
                                               Instituto Teológico de Murcia OFM


Por fin podemos contar con un diccionario enciclopédico de la Biblia hecho en la lengua de Cervantes por autores que piensan, sienten, aman y viven su fe en esa misma lengua. Son muchos los diccionarios traducidos de otras lenguas, con autores que viven su experiencia vital y de fe desde otros parámetros, no tan lejanos, pero sí vertidos en otros moldes de pensamiento. Traducir, siempre, exige un esfuerzo de traicionar el texto mismo y la propia lengua, pues nada hay más imposible que el trasiego idiomático entre lenguas. Al cabo, lo único que puede permitirnos comprender correctamente a un ser humano es su verdadera patria, el lenguaje expresado en su idioma. Por eso, este Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia, en español y por hispanohablantes era tan necesario para dar un acceso cercano al mundo de la Biblia.
El encargado de esta magna obra, aunque el equipo editorial era amplio, ha sido el infatigable Alfonso Ropero Berzosa, doctor en filosofía y teología, experto en los Santos Padres y en los filósofos griegos, investigador incansable de la tradición cristiana, divulgador ejemplar de cuanto el cristianismo puede aportar al mundo como salvación en Cristo. Ropero Berzosa es la persona más adecuada para llevar a término esta labor de lustros, pues nos consta de su largo trabajo en este Diccionario y de sus desvelos por conseguir unir a los más importantes expertos de España y de Hispanoamérica, de la tradición protestante y del ámbito católico, para poder dar al público de habla hispana un Diccionario con vocación de servicio a la fe común que nos une a todos los cristianos en Cristo. Lejos quedan ya las épocas en las que la adscripción eclesial determinaba la exposición de los avances bíblicos. Hoy no hay muchas diferencias, pues la investigación sobre la Biblia y su mundo se rige por criterios científicos y eso es lo que Alfonso Ropero nos ha dado en esta obra: una obra de rigor científico que abarca todos los aspectos posibles de la Biblia y su mundo.
Con 4.500 entradas, este diccionario puede ser considerado uno de los mayores en su estilo. Cuenta con un equipo de edición amplio y con una lista bastante larga de colaboradores que permiten integrar las distintas ramas del saber en torno a la Biblia: el filológico, el histórico, el arqueológico, el sociológico, el económico y el cultural. De ahí que las voces cuenten con un excelente aparato expositivo que lo hace muy completo. Cada voz contiene su expresión original en hebreo, griego, acádico o ugarítico, su aparición en la Biblia y el contenido y significado exacto. Además, cuenta con una excelente contextualización histórica y arqueológica, en su caso, y con una exposición desde la antropología cultural, la sociología y, si es necesario, la economía. Todas las voces están referenciadas a las últimas investigaciones, permitiendo que tanto el especialista como el neófito puedan acceder al conocimiento actualizado de cada uno de los temas. Además, una lectura diacrónica de los términos relacionados bien podría permitir un uso del diccionario como un manual. Así, de la voz Carpintero podemos ir a la voz, Campesino y de esta a la voz Nazaret y de allí a Pobre/pobreza y Liberación, cerrando un círculo que permite acceder a uno de los lugares más queridos de una de las variantes de la tercera búsqueda. O bien, podemos comenzar por Palestina, pasar a Galilea, ir de allí a María y acabar en Evangelios, con lo que tendremos una perspectiva histórico-canónica de la salvación.
No faltan en el Diccionario las correspondientes introducciones a todos los libros bíblicos, los nombres de los personajes convenientemente explicados, los topónimos, los pueblos que se relacionan con Israel, los acontecimientos y las interpretaciones. En definitiva, todo aquello que hace que esta obra sea ya un referente para el investigador y una obra necesaria para cualquiera que quiera tener un conocimiento amplio de la Biblia y su mundo. Se ha hecho esperar, pero ha merecido la pena, aunque, como el propio editor expresa, aún queda mucho por hacer. Son dos las ediciones vendidas del Diccionario, pero se antoja que serán muchas más, sobre todo por la demanda que otras lenguas están mostrando por la obra. En sucesivas ediciones, creemos, se completarán más voces que aún no han encontrado su sitio, como puede ser Marginal/Marginación, y se dividirán en volúmenes la obra, haciéndola más manejable.
Por poner una pega, y solo por el interés de mejorar una obra de por sí magnífica, echamos en falta un índice de autores con sus voces respectivas que permita al lector ir directamente a aquellas voces que ha elaborado un mismo autor. También ayudaría, en la línea apuntada más arriba, un índice temático que permita una lectura transversal de la obra atendiendo a ciertas temáticas de gran interés y que hacen del Gran Diccionario un perfecto manual de uso de la Biblia. No nos cabe ninguna duda de que todas estas propuestas están siendo ya pensadas y elaboradas para futuras ediciones.
El Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia es la obra de toda una vida que solo la capacidad de trabajo, el esfuerzo y el saber del editor podían llevar a término. También es de agradecer a la Editorial CLIE que ponga en manos del público una obra de estas dimensiones a un precio tan razonable. Otras obras de semejantes características mantienen un precio que resulta prohibitivo para el gran público. Se ve con claridad que se ha antepuesto el servicio al pueblo creyente, y a todos los expertos, a la búsqueda del legítimo lucro económico. Cualquier otra obra similar podría venderse por el doble de su precio actual. Felicitamos, por tanto, a la editorial y al editor por este verdadero don al mundo de la investigación y por facilitar el acceso de los creyentes a la Biblia.

CLIE, Barcelona 2013, 2673 pp., 19,5 x 26,5 cm.


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