lunes, 4 de abril de 2016

Europa exporta terroristas

                                                                       Europa exporta terroristas



Milo Rau, Europa exportiert Terroristen,  (Europa exporta terroristas)  Zeit.de 25/11/2015

Milo Rau es un director y autor de teatro suizo. Su nombre saltó al gran público por la puesta en escena de Das Kongo Tribunal  (El Tribunal de El Congo), un procesamiento de la guerra civil congolesa,  y por su libro Was tun? Kritik der postmodernen Vernunft  (Qué hacer? Crítica de la razón posmoderna). El director de  teatro   ha rastreado opiniones y actitudes en los barrios belgas, en los que numerosos musulmanes sólo encuentran integración en el Salafismo. A su juicio, la guerra no va a resolver el problema.


ZEIT ONLINE Sr. Rau, su obra de teatro  The Civil Wars (Las guerras civiles)  comienza con que un joven musulmán residente en Bélgica se convierte al Islamismo radical y deviene terrorista. ¿Cuándo descubrió usted el tema para el teatro?

Milo Rau  Empecé la obra en 2013. El yihadista es, para mí, la figura alegórica de esta época. De modo semejante,  a como el revolucionario de izquierdas fue la figura de los años sesenta y setenta. El yihadista ensambla en sí mismo los grandes desarrollos actuales: por un lado, la desgracia, el daño, el infortunio (das Unheil ) y, por otro, la promesa ideológica de la trascendencia.

ZO Pero, para Europa,  no hay en el Yihadismo promesa  de trascendencia alguna.

MR ¿Conserva Europa todavía una tal promesa de trascendencia?  O más bien, ¿los viejos ideales de la Ilustración han sido sustituidos en Molenbeek  y Villeforde (barrios de Bruselas) por las utopías negativas de los jóvenes? En tales barrios,  no se marchan unos cuantos a Siria sino cientos. Ni siquiera se trata de una subcultura,  sino de una cultura masculina vivida cotidianamente.

ZO ¿Por qué razón se ha decidido usted por Bélgica?

MR Bruselas es el centro absoluto del Islam radical, lo que hoy significa el Salafismo.

ZO Para usted, entonces, ¿es  Bruselas el escenario de la anormalidad  europea?

MR En Bruselas,  se da asimismo la posibilidad de un futuro positivo europeo. Bruselas es la primera gran ciudad de Europa en la que no domina nacionalidad, etnia o cultura algunas, formadoras de la mayoría. La verdad es que, en Bruselas,  ello funciona bastante bien. Lo que encuentro fascinante  es el movimiento bruselense X,  de mi conocido Dyab Abou Jahjah, una asociación de organizaciones de emigrantes. Si esta organización llega a consolidarse, podría surgir una fuerza política, democrática. El movimiento  X es, a mi juicio, un anuncio utópico de una opción política para otros países europeos. En tal movimiento X,  hay representantes de los más diversos ambientes de emigrantes, por ejemplo, de la comunidad congolesa junto a  otros norteafricanos. Ello debería parecer improbable,  habida cuenta del racismo árabe frente a los negros africanos.

ZO ¿Una internacional de los emigrantes, pues?

MR  Precisamente. Ello se explica,  por razón de que los emigrantes – como en el siglo XX el proletariado – son un grupo con intereses comunes. En tal sentido, Bruselas juega, para mí, un papel de anticipación,  de lo que  en adelante va a desarrollarse  en Europa occidental.

ZO  ¿Cómo ha investigado usted en Bélgica?

MR Durante algún tiempo he vivido en Schaarbeek, yo era el único no-árabe en mi calle. Las cinco familias  que he venido observando viven en Molenbeek.

ZO Es decir, el barrio del que procedían algunos de los que  atentaron en  París.

MR .. y también  en Villeforde, en dónde rigen condiciones semejantes de vida. También he hablado con enseñantes , en cuyos cursos participaban, en términos de grupos de ayúdese-a-sí-mismo,  madres, cuyos hijos se han marchado a Siria.

ZO ¿Cómo ha sido, para usted.  vivir  sólo en medio de  hombres de origen árabe, en el centro de Europa?




* Traducción para los amigos de Antonio López Pina
MR Por lo general, más bien prosaicamente. De todos modos, tenía a veces la impresión de que se observaba  fijamente mi forma occidental de vida.


La figura del padre, alcohólico o esquizofrénico, estaba ausente

ZO Justo por el miedo de que ello pueda en realidad generalizarse, se nutren movimientos como el de Pegida (en Dresde).

MR  Real-políticamente, ello es algo que hace tiempo he dejado atrás. En 2013,  he discutido mucho en Bélgica  sobre la teoría, de que en Europa, a medio plazo, llegaremos a una lucha entre movimientos  identitario-nacionalistas de extrema derecha  e islamistas radicales. A la postre,  ello es lo que ha animado a Michel Houellebeck a escribir su relato Sumision. Pero en mis rastreos he podido observar que los salafistas no se proponen establecer su califato en  Europa. Ellos quieren establecerlo en lo que, para ellos,  es  “Tierra santa”; de ahí que no tengan interés en   lograr  poder político en Occidente. Si hacen atentados en Europa, lo que les mueve es su  reverbero  mediático; también les mueve el deseo de venganza hacia Occidente. Y ellos esperan que su terrorismo  atraiga a Siria más luchadores.

 ZO ¿Qué tipo de personas se sienten atraídas por tal oferta? ¿Hay ejemplos ideal-típicos?

MR Lo que llama la atención es que, en prácticamente todas las familias que he encontrado  cuyos hijos han marchado a Siria, si acaso,  tenían un padre de débil personalidad, cuando  no existía  un padre en absoluto. Los padres habían desaparecido, alcohólicos o esquizofrénicos; en otro caso, sencillamente daban de sí una figura de débil carácter. 

ZO ¿Se puede generalizar tal tesis?

MR Es lo que he podido observar. Muchos padres no es que sean débiles de carácter; es que,  son  así a los ojos de  sus  radicalizados hijos. Bien sea porque  se han adaptado a la forma occidental de vida,  o porque sólo tienen un trabajo manual de bajo reconocimiento social. Y ello da lugar,  a que, en la cotidianeidad de la mayoría de las familias,  tales padres no tengan un papel importante, si tienen alguno.



ZO ¿Puede hablarse así de la crisis de la pequeña familia como una explicación del Yihadismo?

MR He  tratado de observar unas cuantas familias  para comprender conflictos sociales – de ahí que el periódico francés Libération  haya calificado de   psicoanálisis social mi obra The Civil Wars.  ¿Qué puedo decir, al respecto? Es frecuente que,  en los comienzos de una carrera yihadista,  se dé una crisis de pubertad, un vacío emocional. Se da el caso de padres que eran chiítas y sus hijos se hacen sunitas para incorporarse a los salafistas. Para tales jóvenes,  sus padres no son  héroes; a tal fin, en tales ambientes , sólo se encuentra a los guerreros salafistas de Alá.  Simultáneamente,   se trata de la única figura edificante cuyo ejemplo invita a seguir.

ZO ¿Cabe concluir que la mezquita está sustituyendo, en la socialización de los jóvenes musulmanes, a la pequeña familia?

MR En la mezquita, los jóvenes encuentran un espacio en el que son algo más que meros individuos. Allí se les hace ver,  que ellos son parte de algo más grande. Además, con frecuencia, en las mezquitas discuten por primera vez sobre política, son tomados en serio y tienen algo que decir. Para unos socialmente perdedores, en la pubertad además, ello es  el no-va-más.

ZO ¿Existe algo comparable en la historia de Occidente?

MR No completamente; pero piense usted en la Alemania de los años setenta, cuando miles de jóvenes  sustituían  por Mao a sus padres nazis. Entonces como en la actualidad, encontramos a jóvenes en búsqueda de mentores / líderes  espirituales.

ZO ¿Es éste  el  lugar de encuentro de la RAF terrorista de izquierdas (alemana)  y los jóvenes terroristas musulmanes?

MR  Ideológicamente, no hay puntos de conexión; pero,  en algunos casos,  socio-psicológicamente  evidentemente sí – piense usted en el relato sobre la RAF (alemana) de Bernward Vesper, Die Reise (El Viaje).

ZO ¿Cabe esperar que en algún momento los extremistas cambien de actitud y comportamiento, como fue el caso, al final, de algunos miembros de la RAF (alemana)?

MR Se trata de evoluciones no individuales sino generacionales. Es decir, la época cambiará y el terrorismo salafista acabará en un callejón sin salida. Cuando se  observa fotos de los años setenta y de primeros de los ochenta de encuentros panarábigos, se observa que había muchas mujeres; aquello parecía Woodstock. Era un ambiente completamente distinto. Por el contrario, la actual juventud musulmana es ultraconservadora, por demás patriarcal – pero, ¿por qué no va a ser, dentro de  quince años, completamente diferente la situación de sus propios hijos e hijas?

ZO Usted ha encontrado jóvenes musulmanes que han regresado de Siria. ¿Tiene usted la impresión de que se han conjurado con el Estado Islámico?

MR No, no he podido constatarlo. La programación, tambien el trauma, son muy profundos. A ello se añade que,  en mi impresión, la presión social es enorme en los barrios a los que regresan. Continúan siendo salafistas, incluso después de que en los barrios a los que vuelven dén  parte de su misión.

ZO ¿Cómo cabe imaginar ese retorno y la nueva relación con los musulmanes de esos barrios?

MR Los jóvenes que han ido a Siria son mirados con respeto, a veces venerados, por sus coetáneos en sus barrios. Sus hermanos y hermanas ascienden socialmente; no son por más tiempo los vendedores de pizzas de la esquina, sino el hermano de fulano; y cuando tal hermano muere en la lucha, su status asciende aún más. No importa que  los, con frecuencia, padres culturalmente secularizados lo rechacen.

ZO ¿Debemos entender, en consecuencia que, a su juicio, habremos de vivir por mucho tiempo bajo la amenaza del terrorismo?

MR Piense usted en el extremismo de izquierdas, digamos de la RAF (alemana). En aquella época, muchos y figuras prominentes de políticos entre ellos pensaron que el Estado alemán estaba a  punto de irse a pique. La histeria imperó por algún tiempo y se declaró el estado de excepción. De nuevo estamos ante una situación semejante.

ZO ¿Qué podemos aprender actualmente de las experiencias con el terrorismo de izquierdas de los años setenta?

MR Lo peligroso  no es tanto lo que hacen los terroristas,  como en qué términos reacciona la sociedad. A mi juicio, el Presidente francés ha incurrido en el error  de hablar de guerra; es decir, de tomar políticamente demasiado en serio al terror. A mi parecer, se trata sencillamente  de un problema jurídico: los terroristas de París o de Beirut han asesinado. Ahora se trata de detenerlos y de colocarlos en un proceso penal ante los jueces

ZO ¿Qué piensa usted cuando dice, que Hollande se ha tomado demasiado en serio a los terroristas?

MR En lo que al número de terroristas salafistas capaces de acción se refiere, se trata de un puñado localizado en diversas  grandes ciudades europeas.

ZO Actualmente,  hay muchos más luchadores del Estado Islámico de los miembros  que nunca tuvo la RAF (alemana).

MR  Y, sin embargo, no tiene sentido hablar de guerra,  cuando pequeños grupos de europeos llevan en Europa a cabo atentados. Ni los terroristas islámicos ni los radicales de extrema derecha tienen en Europa poder político real ni capacidad social real de acción.



La comunidad mundial   de los musulmanes

ZO El punto de partida de su obra es un joven musulmán que viaja a Siria, se hace terrorista, y, cómo lo sigue su padre a fin de recogerlo.

MR Tal familia es real, pero como sucede en  muchos islamistas radicales en Bélgica que viajan a Siria, son hijos de matrimonios inerculturales. El padre es belga, la madre keniana.

ZO ¿Y? ¿Consiguió recuperarlo su padre?

MR Efectivamente, lo trajo a Bruselas. Pero, entretanto,  el hijo está de nuevo en Siria.

ZO ¿Y, se ha incorporado al Estado Islámico?

MR No, pero, sí a otra milicia islámico-radical. He encontrado islamistas radicales  que, presos de  cierto idealismo político,  han viajado a Siria para derribar a El  Assad. Dado que El Assad bombardeaba a sus hermanos de fé, ellos querían  ir  en su ayuda.

ZO ¿Y, actualmente?

MR En el año y medio transcurrido, la argumentación, el debate ha devenido  islamista-salafista. Ha desaparecido completamente el aspecto social-revolucionario que había habido previamente en la argumentación. Ello recuerda a la evolución en la guerra civil española, cuando, al comienzo,  las Brigadas Internacionales lucharon contra Franco y, en poco tiempo, se desató una lucha enfebrecida entre stalinistas y trotskistas – vid. George Orwell, Mi Cataluña.

ZO Actualmente,  se discute  qué consecuencias deberían inferir los gobiernos europeos de los atentados en París. ¿Qué piensa usted?

MR Se comprende que Europa quiera combatir al Estado Islámico. La cuestión es, ¿por qué no combatimos al Estado Islámico  impidiendo que extremistas europeos viaje a Oriente Medio? Jóvenes luchadores procedentes de Europa contribuyen activamente a que millones de sirios y de irakíes huyan, también en dirección a Alemania.

ZO La mayoría de los soldados del Estado Islámico son árabes de Siria e Irak.

MR Por supuesto.  Y, sin embargo, Europa exporta terroristas en altas cantidades, se trata de miles, peor, de decenas de miles. El miedo a que puedan encontrarse luchadores del Estado Islámico entre los movimientos de refugiados que vienen en aluvión hacia Europa es una inversión cínica de la realidad. Habría que levantar vallas de alambre espinoso hacia dentro, a fin de que terroristas europeos no viajen a Oriente Medio.

ZO Pero ello no resuelve el problema a largo plazo. ¿Qué podría Bélgica hacer, a fin de que barrios como Villeforde y Molenbeek  dejen de ser caldo de cultivo para cruzados islamistas?

MR Durante mucho tiempo me ha parecido vano el discurso  sobre educación e igualdad de oportunidades. Pero después de mi estancia en la periferia de Bruselas,  debo reconocer, que de éso es de lo que debe tratarse.

ZO ¿La respuesta política es, en consecuencia, … ¿

MR Educación, educación, educación. Y más igualdad de oportunidades.





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