12 de
mayo
Leopoldo
Mandic de Castelnovo (1866-1942)
Adeodato Juan Mandic Zarevic nace el
12 de mayo de 1866 en Herceg Novi (antes Castelnuovo.Montenegro) en el seno de
una familia de hondas raíces cristianas. Sus padres se llaman Pedro Mandic y
Carlota Zarevic. Ingresa a los 16 años en el seminario de Údine de los
Capuchinos de la Provincia de Venecia. Recibe el nombre de Leopoldo de
Castelnuovo, profesa en 1885 y se ordena de sacerdote el 20 de septiembre de
1890 en Venecia. Reside en Bassano del Grappa, Capodistria, Thiene (Vicenza),
Nolla (durante la Primera Guerra Mundial), Fiume y Padua, donde ejerce el
ministerio de la confesión hasta su muerte, acaecida el 30 de julio de 1942.
Por sus enfermedades no puede realizar su sueño de contribuir a intensificar la
relación entre las Iglesias de Oriente y Occidente. Entregado por entero a la
vida de oración y penitencia, encuentra en el ministerio del Sacramento de la
Penitencia su servicio a Dios y a la Orden. Defiende la familia y, sobre todo, a
los niños enfermos y huérfanos. Como franciscano, vive y fomenta la devoción a
la Virgen María. El papa Pablo VI lo beatifica el 2 de mayo de 1976 y Juan
Pablo II lo canoniza el 16 de octubre de 1983.
Común de Pastores o Santos Varones
Oración. Oh Dios, caridad verdadera y suma unidad, que has adornado
al presbítero San Leopoldo con la virtud de una insigne misericordia para con
los pecadores y lo has colmado de celo por la unidad de los cristianos,
concédenos por su intercesión que también nosotros, con el corazón y el
espíritu renovados, extendamos a todos tu caridad y busquemos llenos de confianza
la unidad de los creyentes. Por nuestro Señor Jesucristo.
Lecturas
«Si Dios nos ha amado, también debemos amarnos los unos a los otros»
La conclusión de la comunidad cristiana cuando ora, medita y enseña la
vida de Jesucristo es que Dios, que le ha enviado, es Amor; es donación de sí
al Hijo y del Hijo al Padre (cf. Lc 10,21-22). Dios no ha retenido para sí al
Hijo. Él ha regalado lo más preciado de su vida para que el hombre tenga vida,
sin mérito alguno por su parte. El hombre, al ser amado por Dios (cf. Rom
5,8-9), adquiere la capacidad para amar, porque Dios es el origen y la raíz de
todo amor. Amar al prójimo y amar a la creación es expresión visible del amor a
Dios; es el sacramento del encuentro con Él; no hay otra forma de demostrar que
el amor a Dios es verdadero. Por otra parte, Jesús enseña la unión entre el
amor a Dios y el amor al hermano (cf. Mc 12,28-34par).
Lectura
de la primera carta del Apóstol San Juan 4,7-16
Salmo responsorial Sal
30,2-5.8-9.20
La persona que abre su corazón a Dios y fundamenta su
vida en su amor, se conduce en las relaciones con los demás con una paz
interior inmensa. Dios, pues, aparece como la roca sobre la que se cimenta la
casa de la vida, cuyos muros son fuertes para defenderse de cualquier enemigo
que desee asaltar la nobleza del alma o hacer un hueco para penetrar en la
conciencia de amor que modela la presencia de Dios en el interior de la
persona.
V.
A ti, Señor, me acojo; no quede yo nunca defraudado.
R. A ti, Señor, me acojo; no quede yo nunca defraudado.
Aleluya Jn
10,27
Aleluya.
Aleluya
«Mis ovejas escuchan
mi voz
y yo las
conozco, y ellas me siguen».
Aleluya
Evangelio
«Yo doy
la vida por las ovejas»
El Señor promete a Israel un mesías,
que como pastor reunirá a sus ovejas (cf. Ez 34,1). Jesús reivindica este
oficio, y al hacerlo, también se declara Mesías de Israel. Es el Pastor que da
la vida por su pueblo, porque comprende a su rebaño con una relación de amor, y
el amor empuja a la persona a una entrega sin límites. Él es el Pastor que
conoce a sus ovejas, conocimiento que no proviene de la actividad conceptual de
nuestro entendimiento, sino de la experiencia vital de ser y estar con su
rebaño (cf. Jn 14,20; 17,21-22) también impulsada por la relación de amor que
une al rebaño, a la comunidad cristiana, porque previamente se ha unido al
Pastor (cf. 1Jn 1,3). Por último, las ovejas simbolizan a la humanidad. Jesús
no reconduce a los pueblos a Israel, sino a todas las gentes al Padre, para
darle la vida eterna.
Lectura del
santo Evangelio según San Juan 10,11-16
Para meditar
«La nota peculiar de la heroicidad y de las virtudes
carismáticas del beato Leopoldo […] fue el ministerio de escuchar las
confesiones. […] Se santificó principalmente en el ejercicio del sacramento de
la reconciliación. […] A nosotros no nos corresponde sino admirar y dar las
gracias al Señor que ofrece hoy a la Iglesia una figura tan singular de
ministro de la gracia sacramental de la penitencia; que, por una parte, invita
de nuevo a los sacerdotes a un ministerio de tan capital importancia, de
pedagogía tan actual, de tan incomparable espiritualidad; y que recuerda a los
fieles, ya sean fervorosos, o tibios, o indiferentes, qué providencial e
inefable servicio para ellos es todavía hoy,
o mejor dicho, hoy más que nunca, la confesión individual y auricular, fuente de gracia y de paz,
escuela de vida cristiana, consuelo incomparable en la peregrinación terrena
hacia la eterna felicidad» (De
la Homilía pronunciada por Pablo VI, papa, en la beatificación de san Leopoldo
Mandic (Acta Apostolicae Sedis, 68, 1976, 319-322).
13 de mayo
Pedro Regalado (1390-1456)
San Pedro Regalado nace en Valladolid (España) el año 1390 e ingresa
en la Orden Franciscana en el año 1403 en el convento de San Francisco, situado
muy cerca de su casa. Acompaña a Fr. Pedro Villacreces en la fundación del
convento de La Salceda en Tendilla (Guadalajara) y participa en la implantación
de la estricta observancia en los Franciscanos Reformados de la Península
Ibérica. Después llegan a La Aguilera (Burgos), donde San Pedro se entrega a
remediar las necesidades de los pobres y cuidar a los enfermos, por los que
sentía una especial predilección. Es ordenado sacerdote a la edad de 22 años.
En 1415 viaja con el P. Villacreces a El Abrojo (Valladolid), lugar en el que
implanta la reforma franciscana. Fallecido el P. Villacreces (año 1422 en
Peñafiel [Valladolid]), se responsabiliza de dicha reforma de la estricta
observancia dirigiendo las fraternidades que la formaban. Muere en La Aguilera
el 30 de marzo del año 1456. El papa Benedicto XIV lo canoniza en 1746. Es
patrono de Valladolid y de los toreros.
Común de Pastores o
Santos Varones
Oración. Dios misericordioso, que concediste a tu
siervo San Pedro Regalado los dones de la penitencia y la contemplación,
concédenos, por su intercesión, el gozo de servirle en los pobres y
contemplarte eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo.
Lecturas
«Dejad de
hacer el mal, aprended a hacer el bien»
Duro
alegato del Profeta al pueblo que invoca a Dios al margen del amor (cf. Os
4,1-4; 10,12-13; Am 5,7-12.21-27; etc.). Y dicho alegato lo escenifica con la
fuerte increpación que pronuncia el Señor contra Israel, infiel a la Alianza,
infiel a la propuesta que siempre ha hecho para mantener viva la igualdad de
dignidad de todos los miembros del pueblo y la defensa de los débiles. De ahí
que los profetas revelen la voluntad de Dios del amor al prójimo, a los
marginados, a los que padecen hambre y sed de justicia. Jesús participa de esta
corriente profética que acentúa la misericordia y amor al prójimo más que los
sacrificios (cf. Mt 9,13). Dios se hace el sordo y ciego a los hipócritas que
machacan al débil y escenifican en el templo su vacía relación con Él.
Lectura del Profeta Isaías 1,11-17
Salmo responsorial Sal
76,12-16.21
El
creyente reconoce el amor de Dios reflejado en la creación y en las obras que
han hecho de Israel un pueblo protegido entre todos los pueblos de la tierra.
En el fondo, lo que recuerda el salmista es la relación de amor que Dios ha
mantenido a lo largo del tiempo para con su pueblo; un amor manifestado en su
defensa, en comunicación de vida, en definitiva, en amor.
V. Recuerdo las
proezas del Señor.
R. Recuerdo las
proezas del Señor.
Aleluya Hech
16,14
Aleluya.
Aleluya.
«Ábrenos el corazón,
Señor,
para que aceptemos las palabras de tu Hijo».
Aleluya.
Evangelio
«El que
sabe mis mandamientos y los guarda, ése me ama»
Jesús ha resucitado y
ascendido a la gloria divina. Pero no se ha ido del todo. Permanece en las
comunidades cristianas, en el creyente, si se guardan sus palabras, si se
cumplen sus mandamientos, si se recuerda en la Eucaristía, si se ora en
comunidad, si se ama, etc. Y mora con el Padre y el Espíritu en el corazón de
cada creyente, en aquellos que, poseídos por el Espíritu de Jesús (cf. Jn
16,13), hace que su presencia sea, si cabe, más intensa, más verdadera que la
de los discípulos con los que se relacionó en Palestina.
Lectura del santo
Evangelio según San Juan 14,21-26
Para meditar
«El último y principal aviso sea que procuremos en este santo
ejercicio juntar en uno la meditación con la contemplación, haciendo de la una
escalón para subir a la otra, porque la meditación es considerar con estudio y
atención las cosas divinas, discurriendo de unas en otras, para mover nuestro
corazón a algún afecto y sentimiento de ellas; más la contemplación es haber
hallado ese afecto y sentimiento que se buscaba y estar en reposo y silencio
gozando de él, no con muchos discursos y especulaciones del entendimiento, sino
una simple vista de la verdad. Por lo cual, dice un santo doctor que «la
meditación discurre con trabajo y con fruto, y la contemplación sin trabajo y
con fruto; la una busca, la otra halla; la una rumia el manjar, la otra lo
gusta; la una discurre y hace consideraciones, la otra se contenta con una
simple vista de las cosas, porque tiene ya el amor y el gusto de ellas; la una
es como medio, la otra como fin; la una como camino y movimiento, y la otra
como término de este camino y movimiento». (San
Pedro de Alcántara, Tratado de la oración
y meditación, en Vida y Escritos de
San Pedro de Alcántara, Tratado II, Aviso 8, BAC, Madrid 1996, pp. 334-336)
16 de mayo
Margarita de Cortona (1247-1297)
Santa Margarita de Cortona nace en Laviano (Umbría. Italia) en 1247.
Huérfana de madre a los 6 años, convive desde los 16 años en Montepulciano con
Guillermo de Pécora, marqués del Monte, con señorío sobre Valiano y Palazzi,
del que tiene un hijo. Asesinado su amante en 1273 y no recibida en la casa
paterna, sola y con un hijo de 6 años es acogida por los Franciscanos, con los
que comienza una vida de conversión en el seno de la Orden Franciscana Seglar
desde 1276. El P. Bevegnati es su guía espiritual. Con la experiencia del
perdón de Dios se entrega a las obras de caridad y a la oración, que la dirige
a Cristo Crucificado y a su corazón traspasado por la lanza. Por eso es
considerada como la creadora de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Fruto
de su entrega a los pobres es la creación del hospital Santa María del Perdón
de Cortona, en el que se atiende a las personas enfermas desamparadas.
Actualmente lo llevan las Hermanas Franciscanas Misioneras del Niño Jesús en
Vidichiana y el hospital está dedicado a Santa Margarita. Muere en Cortona el
22 de febrero de 1297. El papa León X permite celebrar una fiesta en su honor.
Urbano VIII extiende este permiso a la Orden Franciscana en 1623. Benedicto
XIII la canoniza en 1728.
Común de Santas Mujeres
Oración. Señor de misericordia, que no deseas la muerte del
pecador, sino que se convierta y viva; concédenos, te rogamos, que, así como a
Santa Margarita de Cortona la llamaste a la vida de tu gracia mientras vivía en
pecado, nosotros, libres de toda culpa, podamos servirte con sincero corazón.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Lecturas
«Si el malvado se convierte de los pecados cometidos,
vivirá y no morirá»
Dios no aplica la justicia al pecador y lo destruye o condena. Dios mira
siempre a su criatura como un Padre. Desde la
actitud paterna y materna
espera la conversión para que, volviendo a la
casa del amor, pueda de nuevo
vivir plenamente al reconducir su vida. Dios
es misericordioso y, en cuanto tal,
se arma de paciencia esperando la
vuelta de sus hijos a su morada. Y cuando regresan, se alegra por haber salvado una
vida.
Lectura del Profeta Ezequiel 18,21-23.27-28
Salmo responsorial Sal
102, 2-4.8.10-12
El fiel
judío alaba al Señor porque es curado de una grave enfermedad. Y reconoce la
bondad divina, que se manifiesta en la misericordia, porque perdona los pecados
y resuelve las dificultades de todo tipo que la vida presenta al hombre. Él
está por encima de todo desde su soberanía amorosa.
V.
El Señor mes compasivo y misericordioso.
R.
El Señor mes compasivo y misericordioso.
Aleluya Lc
15,7
Aleluya.
Aleluya.
«Habrá
más alegría en el cielo
por un solo pecador que se convierta,
que por noventa y nueve justos que no necesitan
convertirse».
Aleluya.
Evangelio
«La misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo
pecador que se convierta»
Las
dos primeras parábolas del capítulo 15 del Evangelio de San Lucas refieren la
salida de Dios de su gloria para buscar la oveja perdida. Es la Encarnación de
su Palabra. El Verbo asume la vida humana y trata de atraer al hombre alejado
de su relación de amor y perdido entre los mil amores que se le presentan en la
historia fruto de su pecado. Y Dios no sólo sale de sí para buscar al hombre,
sino que se alegra cuando lo encuentra, cuando lo recupera para darle la
verdadera vida. Sucede lo mismo cuando la mujer convoca a sus vecinas al
encontrar el dinero con el que alimenta a su familia.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 15,1-10
Para meditar
«Por fortuna, ¿el que
tropieza y cae, no vuelve a levantarse? O el que marcha de viaje, ¿no retorna?
[…] Ha querido Dios librarte de la presente aflicción, y te promete además la
luz esplendente, superadas las tinieblas del mundo actual. El Buen Pastor,
abandonadas las restantes ovejas, te busca a ti. Si te dejas conducir, no
dudará en llevarte cómodamente sobre sus hombres satisfecho, por haber hallado
la oveja perdida. El Padre te espera, confiando en tu retorno. Vuelve pronto,
te divisará desde lejos y saldrá a tu encuentro, te abrazará colmándote de
caricias, al verte arrepentida y purificada por tu dolor. No contento aún, te
adornará con la estola de la gracia, despojándote del hombre viejo y de sus
obras, te colocará el anillo de la alianza en tus manos limpias ya de la sangre
de la muerte, ciñendo tus pies con sandalias, para que no retornen tus pies por
el camino de la perdición, y tomen el sendero de la paz evangélica. Anunciará a
sus ángeles y hombres que es un día de alegría y de gozo, porque tu lama se ha
salvado. Lo atestigua Cristo: Os digo que
habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por
noventa y nueve justos que no necesitan convertirse» (San Basilio Magno, De una carta, en PG 32, 378-382).
16.1 de mayo
Luis Orione (1872-1940)
San Luis Orione, de la Orden
Franciscana Seglar, nace en Pontecurone (Piamonte. Italia) el 23 de junio de
1872; hijo de Vittorio Orione y Carolina Feltri. Ingresa en el convento
franciscano de Voghera (Pavía), que abandona por motivos de salud. Después
entra en el Oratorio de Valdocco, de la congregación salesiana, en el que
conoce a San Juan Bosco en 1886. Estudia en el seminario de Tortona (1889) y se
or-dena sacerdote el 13 de abril de 1895. Se entrega por entero a los niños
marginados para ayudarles en sus estudios. Ayuda a las víctimas del terremoto
de Reggio y Messina en 1908 y el de Marsica en 1915. Es Vicario General de la
Diócesis de Messina. Funda los «Eremitas de la Divina Providencia» en 1899 y la
Congregación de las «Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad» en 1915.
Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) edifica escuelas, colegios,
colonias agrícolas, obras caritativas y asistenciales. Crea los «Pequeños
Cottolengos», situados en la periferia de las grandes ciudades como «nuevos
púlpitos» desde los que habla de Cristo y de la Iglesia. Viaja en los años 1921
y 1934 a Brasil, Uruguay, Argentina y Chile. Funda en 1927 las «Hermanas
Adoratrices Sacramentinas» no videntes y en 1931 levanta en Tortona el
Santuario de Nuestra Señora de la Guardia como centro de toda su obra. Muere en
San Remo (Imperia. Italia) el 12 de marzo de 1940. El papa Juan Pablo II lo
beatifica el 26 de octubre de 1980 y lo canoniza el 16 de mayo de 2004.
Común de Pastores
Oración.
Oh Dios, que has concedido al sacerdote San Luis Orione
amar a
Cristo, tu Hijo, en la persona de los pobres y formarlo en el corazón de los
jóvenes; concédenos ejercitar como él las obras de misericordia, para hacer
experimentar a los hermanos la ternura de tu Providencia y la maternidad de la
Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Lecturas
«La mayor
parte de los hermanos tienen intrepidez en anunciar la palabra»
Pablo mantiene su vocación de
evangelizar a todos los pueblos, incluso cuando está impedido para hacerlo,
como la situación que vive de prisión o encarcelamiento. El Apóstol mantiene
vivo el espíritu que le llamó a proclamar la salvación de Jesús por todo el
Imperio. Y permanece su tensión de dar a conocer a Jesucristo en sus
seguidores. Él tiene la gracia de ver proseguir el anuncio del Evangelio, y no
importa las actitudes que hay detrás de dicho anuncio; lo decisivo es que se
conozca a Jesús, el mediador de la salvación definitiva que Dios ha ofrecido a
todo el mundo (cf. Ef 3,1; Rom 1,5; Gál 2,9).
Lectura de la
carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses
1,12-18
Salmo responsorial Sal 97,1-3
Dios es
fiel a la Alianza con su pueblo. Y la fidelidad a su palabra la demuestra a lo
largo del tiempo con hechos salvadores, que constituyen una muestra de lo que
será la victoria final sobre el pecado y la muerte. Por eso el justo debe
proclamar las maravillas que el Señor ha realizado y realiza con su creación; y
que sus enemigos han salido derrotados.
V. El Señor da a conocer su victoria.
R. El Señor da a conocer su victoria.
Aleluya Jn
13,34
Aleluya. Aleluya.
«Os doy un mandato nuevo: que os
améis unos a otros,
como yo os he amado» —dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
«Los
discípulos salieron a predicar la conversión»
La acción salvadora del Señor se
prolonga en el espacio y en el tiempo por medio de sus discípulos. Éstos son
los que forman una comunidad con él, no sólo en el régimen de vida y en el
comportamiento, sino también en la misión. Echar demonios, curar enfermos,
predicar la venida inminente del Señor, etc., forman parte de la misión de
Jesús y también de sus discípulos. En Pascua se hará más hincapié en la
Resurrección y, con ella, en el futuro de plenitud de vida para todos los
bautizados en Jesucristo. Pero, a la vez, continúa la acción misionera de los
discípulos desarrollando la bondad inscrita en la naturaleza y la gracia
proveniente del Señor que les ha capacitado el Espíritu para mantener las
primicias de la salvación en la historia.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 6,7-13
Para meditar
«En la
segunda Carta a Timoteo se dice: Tú, en
cambio, vigila, trabaja siempre, realiza la función de evangelizador (4,5).
Porque mejor persuade la vida que la palabra, el ejemplo que la predicación,
cualquiera que desee enseñar a los otros debe luchar contra la astucia del
diablo, dominar la concupiscencia de la carne, despreciar la avaricia del
mundo. Lo dice el Apóstol: Tu, sin
embargo, vigila contra la astucia del diablo; estate siempre ocupado contra la debilidad de la carne; realiza la función de evangelizador
contra la avaricia del mundo para cumplir con los hechos aquello que predicas
con la boca: el Evangelio, en efecto, predica que se debe abandonar todo.
Busquemos, por consiguiente, perseverar en aquel trabajo de propagar la ley con
el ejemplo de San Pablo, de quien dicen los Hechos de los Apóstoles: Predicaba que hicieran penitencia y se
convirtieran a Dios haciendo obras dignas (26,20). No sólo debemos
dedicarnos al esfuerzo de promulgar la ley, sino también de hacer conocer la
verdad, porque esto es más importante que el esfuerzo corporal, especialmente
si se dirige a iluminar a los demás» (San Buenaventura, Sermones dominicales, 12,9).
17 de mayo
Pascual Bailón (1540-1592)
San Pascual nace en Torrehermosa
(Zaragoza. España) el 16 de mayo del año 1540. A los 7 años se traslada a
Alconchel de Ariza, ejerciendo el oficio de pastor. Más tarde se traslada a
Monforte del Cid (Alicante). En la Ermita de la Aparición tiene una visión de
Jesucristo en la Eucaristía. Ingresa en los Franciscanos de la Reforma
Alcantarina en el convento de Nuestra Señora de Orito, en Orito, pedanía de
Monforte del Cid. Recibe el hábito en 1564, en el convento de San José de Elche
(Alicante). Se le encomienda el oficio de limosnero que desempeña en Elche,
Novelda, Aspe, Játiva, Alicante. Además hace de portero, hortelano, cocinero y
refitolero. La piedad eucarística y mariana la cultiva a lo largo de toda su
vida religiosa. Muy sensible a la caridad fraterna, con los valores franciscanos
de la humildad, sencillez y pobreza, cautiva al pueblo cristiano por su unión
con Dios por medio de Cristo crucificado, presente en la Eucaristía, y su
entrega a los hermanos. Fallece en Villarreal (Castellón. España) el 17 de mayo
de 1592. El papa Pablo V lo declara beato el 29 de octubre del año 1618;
Alejandro VIII lo canoniza el 16 octubre de 1690 y León XIII lo proclama
patrono de los congresos eucarísticos el 26 de noviembre de 1897.
Común de Santos Varones
Oración. Oh Dios que otorgaste a San Pascual Bailón un amor
extraordinario a los misterios del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, concédenos
la gracia de alcanzar las divinas riquezas que él alcanzó en este sagrado
banquete que preparas a tus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Lecturas
«Dios ha escogido lo débil
del mundo»
Dios
ha dado muestras de escoger a personas no de alto rango social o muy perfectas
para llevar a cabo su plan de salvación para los hombres (Moisés, que era
tartamudo, o David, un joven pastor, etc.). Así sucede cuando Jesús proclama el
Reinado en Palestina y Pablo en Corinto. Ellos señalan a las personas que le
siguen o a los miembros de las asambleas como gente pequeña, insignificante a
los ojos de la sociedad. Pero lo importante que poseen estas personas es que
tienen un corazón abierto al Señor para que pueda concederles su fuerza amorosa
al elegirles como sus hijos predilectos (cf. Jn 15,16).
Lectura de
la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1,26-31
Salmo responsorial Sal 33,2-3.4-5.6-7.11
El
fiel manifiesta el gozo interior y la alegría externa de saberse querido y
protegido por Dios. Por eso alaba al Señor e invita a toda la comunidad para
que haga lo mismo. Aunque muchas veces permanezca en silencio cuando se le
invoca, él siempre está ahí, junto a sus hijos y junto a quienes le reconocen
como Señor y Guía.
V.
Bendigo al Señor en todo momento.
R.
Bendigo al Señor en todo momento.
Aleluya Mt
5,8
Aleluya.
Aleluya.
«Bienaventurados
los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios».
Aleluya.
Evangelio
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y
yo os aliviaré»
Jesús reprocha a los pueblos de
Cafarnaún, Corozaín y Betsaida que no hayan aceptado el mensaje de salvación
que les ha transmitido con la predicación del Reino y los milagros que le
acreditan (cf. Mt 11,24). Y la sabiduría se acredita, precisamente, por estas
obras de salvación. Jesús desliga los contenidos de la revelación que explican
los escribas y exigen cumplir los fariseos, y se los entrega a los sencillos y
a los pequeños. Son aquellos que tienen el corazón abierto a Dios y son capaces
de percibir que, a través de Jesús, se está dando y se está ofreciendo la
salvación, largamente esperada por todos. De ahí que la elección divina recaiga
sobre los predispuestos a recibirla, y no sobre aquellos que, usando la ciencia
como poder, se busquen a sí mismos, antes que a Dios.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 11,25-30
Para meditar
«La oración de fray Pascual era de alta
contemplación y se pasaba muchas horas de la noche ante el Santísimo
Sacramento, adorando a su Dios y Señor y haciéndole compañía. Estando en
Jumilla, un día, iba el santo por la huerta
y el bosque del convento desahogando el fuego de su interior, hablando en voz
alta, suspirando y cantando, loando a Dios, creyéndose solo. A veces, se
arrodillaba; otras, elevaba los brazos al cielo o besaba los árboles por el
entusiasmo y alegría de su espíritu. Ebrio de amor divino, expresaba sus
sentimientos de mil maneras en aquella vasta soledad. Pero no se hallaba solo.
Desde un lugar oculto, un fraile le espiaba. El santo finalmente lo descubrió.
Fray Pascual, más bien corrido y con su acostumbrado gracejo y en son
fingidamente mohíno, le dijo: “Perdido, ¿por qué me persigues?» (Antonio
Panes, Vida del beato fray Pascual
Baylón, Valencia, 1655, p, 123).
Si no estaba
en su portería o refectorio, lo hallaban en el coro o en la iglesia, donde estaba
hasta las nueve y algunas noches más. Estaba gran espacio de rodillas con los
brazos en cruz. Otras veces, más de ordinario, puestas las manos juntas y
levantadas sobre su rostro, quedando los dos en bajo y sin arrimo del cuerpo.
Otras veces estaba postrado con el rostro y boca pegada al suelo y, después,
tomada la bendición del Santísimo Sacramento, se iba de allí a reposar a su
celda, lo poco que quedaba de la noche hasta Maitines» (Juan Ximénez, Chronica del bendito fray Pascual Baylón, Valencia, 1601, z, p. 162).
18 de mayo
Félix de Cantalicio (1513-1587)
San Félix nace en Cantalice (Rieti.
Italia) en 1513 en el seno de una familia perteneciente al campesinado y muy
cristiana. Ejerce el oficio de pastor y agricultor, cultivando desde muy niño
el amor a Cristo crucificado. Ingresa en los Franciscanos Capuchinos. Se le
encomienda el oficio de limosnero en el convento de San Nicolás de Roma (en la
actualidad Santa Cruz dei Lucchesi), oficio que desempeña durante 40 años,
tanto para los religiosos como para los pobres. Lleva una vida de gran
austeridad: anda descalzo, duerme pocas horas y lo hace sobre una tabla, come
las sobras que quedan en el refectorio de la Fraternidad. Aconseja a todo el
mundo (Felipe Neri, Carlos Borromeo, al franciscano Felipe Peretti, futuro papa
con el nombre de Sixto V; etc.), dando continuamente gracias a Dios por los
dones recibidos. Muere el 18 de mayo de 1587 a los 72 años. El papa Sixto V
aprueba su culto y Clemente XI lo declara santo el 22 de mayo del año 1712.
Común de Santos Varones
Oración. Oh Dios, que diste a tu Iglesia y a la
Familia Franciscana un ejemplo vivo de candor y sencillez evangélica en San
Félix de Cantalicio, concédenos, te rogamos, seguir sus huellas para buscar y
amar intensamente a Cristo. Que vive y reina contigo.
Lecturas
«Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de
la unidad consumada»
La
caridad es la experiencia fundamental por la que el hombre se siente nueva
criatura en Cristo (cf. Rom 13,8-10). De ella brotan todas las virtudes, los
valores que adornan la vida nueva que el cristiano adquiere en el bautismo, en
el seguimiento de Jesús. De esta forma, el cristiano constituye la Iglesia e
ilumina al mundo desde un amor vivido en comunidad, en fraternidad (cf. Ef
4,15-16; 1Cor 13,8-13), cuyas relaciones internas, fundadas en el amor, hacen
posible la paz, el perdón y la armonía entre los bautizados (cf. Ef 2,14-22;
Col 1,10). Se muestra así su relación fraterna por su filiación divina ante
todo el mundo.
Lectura de
la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3,12-17
Salmo
responsorial Sal 130, 1.2.3
El Señor
se presenta como un Padre y una Madre que protegen y defienden la vida de sus
hijos. El hombre debe ser consciente y reconocer esta actitud de Dios. Entonces
el creyente inclina su vida hacia Él con la condición de hijo confiado en la
bondad que está en la raíz de su vida, en la providencia que lo cuida y en la
voluntad de salvación; ciertamente Dios
no dejará que su vida se pierda. De aquí proviene la auténtica paz y verdad de
la vida, alejada de toda pretensión u orgullo que le enfrenta a Dios, o lo
silencia en su existencia.
V.
Guarda mi alma en la paz.
R.
guarda mi alma en la paz.
Aleluya Mt
5,3
Aleluya.
Aleluya.
«Bienaventurados
los pobres de Espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos».
Aleluya.
Evangelio
«Buscad más bien el Reino de Dios, y lo demás se os dará
por añadidura»
La Providencia se inscribe en el
mismo acto creador de Dios. Dios no se aísla en su gloria después de la
creación; Él procura que todos los seres
cumplan con la finalidad para la que fueron creados, sobre todo la vida humana,
culmen del acto creador. De ahí que no haya que preocuparse de aquellas cosas
que son fundamentales para vivir, como el pan, el agua, los alimentos, el
vestido. Dios se lo da a todos los seres en la medida que la creación contiene
los bienes necesarios para ello. En el tiempo de Jesús, que se prolonga hasta
la parusía, lo más urgente es proclamar la venida misericordiosa del Señor para
salvar a la creación de los desequilibrios que ha creado el pecado del hombre.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12,22-31
Para meditar
«Por eso pido en la caridad, que es
Dios (cf. 1Jn 4,16) a todos mis frailes predicadores, oradores, trabajadores,
tanto clérigos como laicos, que se esfuercen por humillarse en todas las cosas,
por no gloriarse, ni gozarse en sí mismos, ni exaltarse interiormente de las
palabras y obras buenas, hasta de ningún bien que Dios hace o dice y obra en
ellos alguna vez y por medio de ellos, según lo que dice el Señor: Pero no
os gocéis en esto, que los espíritus se os someten (Lc 10,20). Y sepamos
firmemente que no nos pertenecen a nosotros sino los vicios y pecados. Y
debemos gozarnos más cuando vayamos a dar en tentaciones diferentes (cf.
Sant 1,2) y cuando sostengamos cualquier suerte de angustias o tribulaciones
del alma o del cuerpo en este mundo por la vida eterna.
Guardémonos, pues, todos los
frailes de toda soberbia y vanagloria; y custodiémonos de la sabiduría de este
mundo y de la prudencia de la carne (Rom 8,6); pues el espíritu de la
carne quiere y se esfuerza mucho por tener palabras, pero poco por las obras, y
busca no la religión y santidad en el espíritu interior, sino que quiere y
desea tener una religión y santidad que aparezca exteriormente a los hombres. Y
éstos son de quienes dice el Señor: En verdad os digo, recibieron su
recompensa (Mt 6,2). Pero el espíritu del Señor quiere que la carne sea
mortificada y despreciada, vil y abyecta. Y se esfuerza por la humildad y la
paciencia y la pura y simple y verdadera paz del espíritu.
Y siempre sobre todas las cosas
desea el divino temor y la divina sabiduría y el divino amor del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Y devolvamos todos los bienes al Señor Dios altísimo
y sumo, y reconozcamos que todos los bienes son de Él y démosle gracias por
todos a Él, del cual proceden todos los bienes. Y el mismo altísimo y sumo, el
solo verdadero Dios, tenga y se le tributen y Él reciba todos los honores y
reverencias, todas las alabanzas y bendiciones, todas las gracias y gloria, de
quien es todo bien, el solo que es bueno (cf. Lc 18,19). Y cuando nosotros vemos u oímos decir o hacer
el mal o blasfemar contra Dios, nosotros bendigamos y hagamos bien y alabemos a
Dios (cf. Rom 12,21), que es bendito por los siglos (Rom 1,25)» (De la Regla
no bulada, de San Francisco de Asís. 17, 5-19).
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